“No nos compran la carne porque somos lindos”, dice el nuevo presidente del IPCVA, que defiende la promoción en los mercados externos aunque también reclama políticas ganaderas para que crezca el stock

Georges Breitschmitt es productor ganadero en la zona de Rojas/Pergamino, donde se logran los mejores rindes agrícolas del país. Allí maneja el campo de su familia que tiene un recorrido muy particular y que explica también la rareza de su nombre.
Su padre era un militar francés que, aún siendo joven, renunció al ejército y recaló en Formosa primero. Tras una experiencia fallida como productor se mudó al norte bonaerense, donde se casó y desarrolló la actividad pecuaria.
Tras la muerte de su padre, a inicios de siglo, Georges se hizo cargo del campo familiar junto con su madre, que sigue viviendo allí, y su hermano.
Por aquellos años comenzó a formar parte de la Cooperativa de Carabelas, que a su vez forma parte de ACA, la principal de las entidades cooperativas que integra Coninagro. Como representantes de esa entidad gremial, Breitschmitt se convirtió hace pocos días en el nuevo presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
En diálogo con Bichos de Campo, sobre los ejes que piensa imprimirle a su gestión al frente del IPCVA el ganadero dijo: “En primer lugar vamos a trabajar en seguir manteniendo la excelencia en cuanto a la promoción de la carne argentina en el mundo, sin dejar de abastecer el mercado interno, donde hay muchos cambios de hábitos de consumo”.
En tal sentido destacó la importancia de este instituto para promover las ventas al extranjero: “Todos los países exportadores tienen su agencia de promoción de la carne vacuna. Y si bien la carne argentina sigue siendo la mejor del mundo, nuestros competidores también están trabajando en mejorar la calidad. No nos podemos dormir en los laureles”.
Además consideró que es necesario ayudar a la recuperación del stock vacuno. Si bien los precios ganaderos son muy buenos y hay rentabilidad, todavía no hay señales claras de retención de hacienda.
“Tenemos que insistir en eso, en recuperar stock. Estamos destacados en stock bovino desde hace varios años. Y es algo que hay que incentivar a recuperar. Y en la mesa del IPCVA estamos sentados todos los que podemos lograr eso”, indicó.
La semana pasada se conoció el informe del Senasa según el cual al 31 de diciembre el stock vacuno fue de 51,6 millones de cabezas, lo que significa que se dio una caída de 2,2% interanual.
Esta fotografía se puede revertir, según el nuevo titular del IPCVA, quien consideró que están las herramientas a mano. Aunque reconoció que lo que faltan son políticas que favorezcan el proceso.
Según el titular del IPCVA, “desde el punto de vista tecnológico, estimo que las herramientas están. Hoy en día todo lo que tiene que ver con inseminación artificial, sanidad, alimentación, reservas de comida para las épocas de baja producción, todo eso está”.
Allí reclamó nuevas políticas: “El Estado tiene la posibilidad de darte una zanahoria para hacer las cosas o un garrote para no hacerlas, como ha sucedido. Por lo pronto, dadas las existencias que hay, lo que se puede hacer es tratar de mejorar el peso de faena. Pero recuperar el stock es un trabajo que no se hace de un año para el otro”, aclaró.
Breitschmitt también habló sobre las críticas que recibió el IPCVA en los últimos meses, sobre todo de parte de los matarifes nucleados en la Camya, Los matarifes vienen cuestionando que el Instituto está demasiado volcado a promover exportaciones mientras se derrumba el consumo interno. Por eso reclaman dejar de aportar y que el ente sea financiado solo por los sectores exportadores.
“Me parece una crítica no muy justificada. Tanto los productores que pagan cuando sacan una guía para faena, que es lo que financia al IPCVA, como los frigoríficos son los que pagan ese arancel. Lo que tenemos que lograr es mejorar esa comunicación y explicar lo que hace el Instituto en cuanto a promoción y saber que tenemos la competencia de otros países que también quieren colocar sus productos, y no nos compran la carne porque somos lindos. O sea, hay que, como cualquier actividad, hay que vender”.
Con respecto a la tasa con la que se financia el Instituto, explicó que desde “hace bastante tiempo, casi un año, que no se actualiza. Es algo que estamos revisando y siempre monitoreando”.
FUENTE: Bichos de Campo