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La guerra comercial genera dudas sobre el futuro del comercio mundial de carne: Por ahora se pausan las exportaciones argentinas a Estados Unidos, que se encarecieron mucho

La guerra comercial que inició el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está generando mucha incertidumbre y volatilidad en el comercio internacional. Entre los varios impactos de los últimos días se destacan las caídas en las principales bolsas del mundo con sus posteriores y marcados rebotes.

En el caso de la carne vacuna hay complicaciones crecientes y muchas dudas respecto de si esto significará un redireccionamiento de los flujos del comercio.

Fernando Herrera, de la Asociación de Productores Exportadores (APEA), indicó al respecto: “El análisis es complejo, porque hay que ver si los aranceles permanecen, qué surge de la negociación entre países, qué pasa con las exportaciones de Estados Unidos a China, que seguramente será compleja en adelante ya que no hubo renovación de licencias para frigoríficos y debido a los altos aranceles mutuos que se fijaron”.

“Qué va a pasar con esa carne es una de las preguntas, y hay que saber qué va a pasar con las exportaciones de Canadá y Méjico por ejemplo”, se preguntó el exportador.

En el caso de las exportaciones argentinas, que este año vienen cayendo 30% debido a los problemas de competitividad cambiaria, la ofensiva de Trump produjo un “freno en las ventas, ya que las noticias sobre los aranceles y marchas y contramarchas están paralizando los negocios, los operadores hoy no saben qué hacer, cuánto vale cada producto”, agregó Herrera.

En tanto, desde el Consorcio de Exportadores ABC dijeron que por ahora dentro de la cuota de 20.000 toneladas rige un arancel de 10% establecido para Argentina, a los que se suman los 44 dólares por tonelada que se venían pagando y que no tenía fuerte impacto en el negocio.

Para la carne que se vende a estados Unidos por fuera de la cuota se paga 26,4% de aranceles, se agrega la nueva alícuota de 10% y además hay que pagar derechos de exportación de 6,75%. En total, el costo por aranceles de un lado y del otro es de 50%, lo que “complica mucho al negocio”.

El precio promedio, hasta antes de la paralización en las ventas de esta semana, estaba en 8.000/8.100 dólares. Son precios 45% mayores a los del año pasado. Ese salto de valores da cuenta de las crecientes necesidades de importación que tiene Estados Unidos, donde cayó mucho la producción. En función de su necesidad de carne, se cree que cualquier tipo de arancel que se termine imponiendo terminaría encareciendo el consumo del producto en ese país.

FUENTE: Bichos de Campo