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Filipinas: un mercado emergente para las carnes bovinas

Filipinas es un mercado importador de volumen, que está tomando creciente importancia dentro de Sudeste Asiático. En la última década, sus importaciones se duplicaron, y en 2024 alcanzaron un récord con más de 208 mil toneladas.

Sus compras se concentran en carnes congeladas y deshuesadas, que son fundamentales para cubrir la brecha entre la producción nacional y la creciente demanda, aportando más de la mitad de lo que se consume en el país.

En 2024 las importaciones sumaron 208 mil toneladas, caracterizándo- se por una tendencia que se fue afirmando en la segunda mitad del año.

El valor total de 624 millones de dólares arroja una media que no llega a los 3.000 US$/tonelada, lo que confirma la condición de un mercado de volumen, pero de escasa capacidad adquisitiva.

Prácticamente la totalidad fueron carnes congeladas y en su mayor proporción desosadas de origen vacuno. India proveyó alrededor de 40 mil toneladas de carne de búfalo. Las carnes congeladas con hueso sumaron 10,6 miles de toneladas. El volumen de carne enfriada es mínimo y se trata de cortes de alta calidad (Wagyu) procedentes de Japón.

La ampliación de las habilitaciones para los exportadores brasileños ha sido un factor importante en esta evolución ascendente.

Brasil se ha consolidado como el principal abastecedor del mercado filipino, superando a India y a Australia, que acceden en mejores condiciones competitivas, dado que por acuerdos comerciales con el ASEAN no están sujetos al pago de aranceles para las carnes bovinas congeladas -Australia también tiene acceso preferencial en el enfriado-.

De acuerdo a las estadísticas brasileñas, las exportaciones hacia Filipinas se incrementaron un 60% en el curso del año pasado, lo que convirtió a este mercado en el cuarto más importante para sus carnes congeladas, después de China, Estados Unidos y la U.E. Arabes.

Al cierre de 2024, Brasil remitió un total de 94 mil toneladas, con un valor medio de apenas 2.636 US$/tonelada, inferior al de India -que con carne de búfalo promedió 3.243 US$/tonelada-. Australia aportó algo menos de 32 mil toneladas; una parte minoritaria fueron cortes con hueso.

Estados Unidos y Nueva Zelandia le siguieron en orden de importancia, con la particularidad de que los exportadores estadounidenses registraron los valores medios más elevados en carne con y sin hueso.

Las importaciones de carne con hueso tuvieron una incidencia inferior, comparando con las carnes deshuesadas, aunque su consistencia mensual indica la existencia de un nicho específico en el mercado que puede desarrollarse en el futuro. Irlanda lidera en este rubro, seguida por Australia y los Países Bajos. Otros países europeos, como España, Bélgica, Alemania y el Reino Unido, también contribuyen con volúmenes más pequeños, cubriendo nichos específicos.

Argentina fue recientemente habilitada para remitir carnes con hueso, no registrándose operaciones en el curso de 2024. En el rubro de las carnes congeladas desosadas tampoco tuvo una participación destacada: totalizó 1,2 miles de tonelada, con un precio medio bajo: 2.625 US$/tonelada.

Como se menciona, las importaciones de carne enfriada son casi inexistentes, con solo 9 toneladas provenientes de Japón.

En síntesis, Brasil concentró el 45% del total, seguido por India (19%), Australia (15%) y Estados Unidos (7%).

FUENTE: Informe Ganadero