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Exportación de ganado en pie: «Si somos inteligentes, puede ser un incentivo para Argentina»

El analista ganadero Víctor Tonelli explicó el impacto de la reciente decisión del gobierno de derogar un decreto que prohibía la exportación de ganado en pie, una medida que podría generar oportunidades para el sector y mejorar la producción ganadera en el país.

Esta medida fue planteada para implementarse en el Gobierno de Mauricio Macri, con Luis Miguel Etchvevere a la cabeza, pero no se pudo implementar por la oposición de parte de la cadena de la carne y parte de las gremiales del agro. Pero, al estilo Milei, decreto y a pensar en otra desregulación, que por ahora las voces cantantes están a favor de esta normativa  ya que aseguran que será beneficiosa para los productores , como sucede en Brasil, Uruguay, y en otras partes del mundo que ya se aplica.

«Lo que hizo el gobierno fue derogar un decreto de 1973 que prohibía la exportación de ganado en pie. No es que se haya tomado una decisión nueva, sino que se puso en línea con el decreto de finales de 2023, que impedía al Estado Nacional limitar o prohibir exportaciones», dijo a Valor Agregado Agro.

Según Tonelli, esta medida no implica que los animales gordos listos para faena se exporten directamente, sino que lo que usualmente ocurre en el comercio internacional es la exportación de animales en distintas etapas de recría y engorde. «Lo que se exporta en la mayoría de los casos son novillitos de entre uno y dos años, que promedian los 300 kilos. Durante el viaje, que puede durar entre 20 y 30 días, los animales continúan su proceso de engorde en barcos preparados para ello», detalló.

Destinos

En cuanto al destino de estos envíos, mencionó que «habitualmente los países del Medio Oriente, el Sudeste Asiático y China demandan estos animales, principalmente por motivos religiosos, ya que deben ser faenados bajo el rito halal».

Tonelli señaló que esta apertura no tendrá un impacto inmediato en el mercado, ya que requiere una serie de preparativos y acuerdos sanitarios con los países compradores. «No es algo que se pueda poner en marcha de un día para el otro. Hay que establecer infraestructuras, acuerdos sanitarios, cuarentenas y también contar con puertos adecuados para la carga», explicó.

Qué hacen los vecinos

El especialista tomó el ejemplo de Uruguay, que exporta anualmente más de 350.000 cabezas de ganado en pie. «Hace 15 años, cuando comenzaron, el debate era el mismo que ahora tenemos en Argentina: preocupación en los frigoríficos por la posible pérdida de faena y puestos de trabajo. Sin embargo, con el tiempo, el sector creció en todos los aspectos. Aumentó la tasa de destete, se faenan animales más pesados, mejoró la producción y la exportación de carne se duplicó», aseguró.

Por último, destacó que esta medida podría ser una gran oportunidad para la ganadería argentina. «Si somos inteligentes y pensamos en forma proactiva, esto puede ser un incentivo tremendo para el sector. Podemos tomar el ejemplo de Uruguay y aplicarlo para potenciar nuestra producción», concluyó Tonelli.

FUENTE: Valor Agregado Agro