Un nuevo embarque de carne a Japón suma expectativas
Un barco con producción rionegrina partirá hoy desde el puerto de Buenos Aires con destino al mercado nipón. Será la primera carga comercial con 10.000 kilogramos de distintos cortes rumbo a este exigente mercado asiático.
Un barco, con carne rionegrina, partirá hoy desde el puerto de Buenos Aires con destino a Japón.
Será la primera carga comercial con 10.000 kilogramos de distintos cortes rumbo a este exigente mercado asiático. El primer envío fue hace unas semanas con una muestra de sólo 200 kilogramos.
La apertura del mercado japonés es histórica, aunque los resultados económicos recién podrán advertirse en el inicio del año próximo, cuando este consolidado el producto patagónico en las góndolas niponas y estén definidos los retornos promedio obtenidos por los embarques.
Esa cautela también parte del frigorífico viedmense, Fridevi, que logró con su oferta exportable el ingreso en el mercado oriental. Esas operaciones, que califica de “pruebas”, fueron efectuadas al grupo Marubeni. La firma rionegrina cerró un nuevo contrato con otra corporación -Sumitomo- por una “muestra” de 300 kilogramos.
El embarque inaugural -vía aérea- se cumplió el 28 de julio, con un promocionado acto por parte de los gobiernos de Nación y de Río Negro. Esta partida tuvo un objetivo claro: un encuentro efectuado el miércoles 1° de agosto en la embajada argentina de Tokio donde Marubeni presentó y ofreció la degustación de la carne argentina, llegada de tierras rionegrinas.
Los invitados, mayormente funcionarios y representantes de cadenas japonesas, probaron cortes especiales en un menú de la “cena de lanzamiento de la carne argentina”: “empanada de lomo al Malbec cortada a cuchillo”, “pincho de lomo con pimientos y cebollas”, “bife de chorizo con papa al plomo rellena”, ojo de bife con verdaderas grilladas” y “entraña con tomate braseado”.
El nuevo envío tendrá otro tiempo y propósito. Ya el trámite de exportación fue algo más complejo.
El contenedor embarcado tuvo un periplo especial por las exigencias japonesas. Se cumplió con la obligación aduanera en el puerto de San Antonio, para luego embarcarse en Buenos Aires en el Maersk Leticia. Ocurre que las autoridades orientales objetaban que el embarque circulará normalmente por el territorio bonaerense con un status sanitario diferente (zona libre de aftosa, con vacunación), por lo cual, la partida fue controlada en la estación marítima rionegrina y volverá a ser abierta recién en el puerto de Tokio.
El viaje será largo, previéndose su arribo para el 20 de setiembre. Luego, las 10 toneladas de carne -completadas con 13 cortes- se repartirán en diferentes bocas de expendio y comercialización.
Quedará entonces esperar la aceptación japonesa y los precios por lo que están dispuestos a pagar los consumidores. Allí la combinada expectativa y cautela que se anidan en los partícipes de la exportación rionegrina.
El gerente general de Fridevi, Sergio Seisdedos expresa entusiasmo, aunque advierte que el proceso “va a llevar su tiempo”, aclarando que estas operaciones son esencialmente “pruebas”. Advierte que el resultado se conocerá en cuatro a cinco meses.
Agrega, en cambio, otros enfoques a tener en cuenta: advertir sobre la disponibilidad de animales para sostener esta posibilidad de exportación y pedir prudencia sobre el posible “desarrollo del mercado japonés” y, consecuentemente, el valor de la hacienda al sur de la barrera.
La carne de exportación requiere novillos de 450 a 500 kilos, con limitada existencia en Río Negro, a pesar de la real recuperación del stock de bovinos (que ya estaría por encima de los 700.000 cabezas). Esa escasa existencia -acentuada con la imposibilidad del ingreso de animales del Norte por el cierre de la barrera- exigió años atrás a Fridevi buscar opciones: logró entendimientos y alentó a ganaderos -que hoy rondarían entre 60 y 70- para la producción de animales con esas características.
Además, armó y consolidó un feed lot, que llega a 5.000 bovinos como soporte de su demanda para faena. La vigilancia se concentra en las reservas para garantizarse novillos. La faena mensual de la firma ronda de 5.000 a 6.000 animales. Julio -limitada oferta y lluvia mediante- baja y este año llegó a las 4.500 cabezas.
Todo un desafío para el futuro de la ganadería regional.
FUENTE: Diario Río Negro