Domingo, 16 Agosto 2015

La ganadería, con un futuro prometedor

La ganadería, con un futuro prometedor

 

El especialista Víctor Tonelli dijo que “Argentina está lista para recuperar protagonismo”. Vaticinó suba de los precios.

Las condiciones macroeconómicas internacionales y el escenario en materia de expectativas que plantea el mercado interno se alinearon este último año para que el sector de ganados y carnes esté en condiciones de recuperar terreno perdido. “La Argentina está lista para recuperar protagonismo. Hace 10 años tenía entre 9 y 10% de participación en el mercado mundial y hoy está en menos del 2% en un mercado demandante, en crecimiento y subabastecido”, señaló Víctor Tonelli, especialista del sector, quien participó del simposio de sistemas integrados de producción en el marco del XXIII Congreso de Aapresid.

   El especialista consideró que un conjunto de factores permiten avizorar un nuevo ciclo para los productores ganaderos, no sólo con la mirada puesta en el largo plazo por la fortaleza de la demanda sino además en el corto plazo, por el buen escenario de precios que plantea un mercado con stocks menguados y oferta acotada.

   Parado desde la vereda del negocio ganadero y respaldando el conjunto de propuestas que planteó públicamente la cadena de ganados y carnes conformada por más de 22 entidades hace poco más de un mes, Tonelli aseguró que “el conjunto del mercado se va alineando de manera poco usual a favor de un aumento de precios en todas las categorías, no sólo las vinculadas a la exportación”.

   Esa premisa coloca en segundo plano a la demanda doméstica, aquella que el gobierno denomina como “la mesa de los argentinos”, a la cual la cadena busca atender con carnes sustitutas o alternativas.

   Aunque no la ubicó como condición única, el analista también basó el análisis en una premisa política, ya que descontó que el cambio de gobierno a partir de 2016 traerá un nuevo escenario para el sector. “Si quienes gobiernen comprenden la problemática y le devuelven al país la competitividad exportadora y libera todas las retenciones claramente vamos a encontrar un mercado demandante con precios firmes que va a pagar muy bien por el producto que vamos a exportar”, dijo.

   Según Tonelli, este nuevo escenario de mercado generaría, como correlato, un fuerte incentivo para la producción de novillos. “Hoy si se abren las exportaciones y se salen a buscar novillos no alcanza ni para la mitad de la demanda, por tanto el que los tenga, tendrá la sartén por el mango”, dijo.

Oferta limitada. Según detalló el especialista, desde el año 2005 hasta la actualidad el país perdió más de la mitad del stock de cabezas de novillos, que hoy se ubica en 2,7 millones. “Esto significa, en términos de oferta, la incapacidad de cubrir con compromisos como por ejemplo, el de la cuota Hilton, que no la cumplimos no porque no nos habiliten ROEs, sino porque no tenemos la materia prima suficiente para afrontar el mejor negocio que tuvimos y tenemos”, puntualizó.

   “El hecho de que haya una demanda importante por novillos con una oferta muy escasa va a impulsar la vuelta a la recría a través de una revalorización de los mismos”, argumentó Tonelli y dijo que al mismo tiempo implica una retención no sólo de hembras para recomponer el rodeo de cría, sino además de terneros en proceso para llegar al peso ideal. “Es una locura demencial lo que hoy ocurre en Argentina donde hay un 35% de faena de terneros machos”.

   A su juicio, también habrá adicionalmente un agregado de valor a la vaca de rechazo, a partir de la apertura de mercados como el de Estados Unidos a partir del año próximo, un país que privilegia carnes con destino a manufactura y procesamiento. Con lo cual “habrá un aumento de precios en todas las categorías y, mientras dure el reacomodamiento del proceso de faenar terneros a novillos, van a faltar todas las categorías, porque una parte que iba a la faena va a estar en proceso de ganar kilos”, señaló.

   De este modo, “la ganadería en el largo plazo tiene un futuro francamente prometedor y en Argentina en particular por la situación desde la cual largamos la carrera”, indicó.

   En este marco, para Tonelli la caída de los precios de los granos, especialmente el maíz, también serán un aliado importante en términos de rentabilidad, que será acompañada por un aumento del consumo.
  Tonelli recordó que los precios en los últimos diez años crecieron en el mercado mundial porque los negocios sobre las importaciones de carne vacuna se incrementaron un 45%, una cifra envidiable para cualquier actividad.

   En la Argentina, el valor por tonelada exportada promedio en los últimos doce años creció con algunos altibajos en la crisis de 2009 y otros recientemente, pero en general “vemos es un crecimiento de tres veces en valores en dólares por tonelada exportada”, dijo.

   Esto no sólo fue un proceso que atravesó la Argentina sino que también se dio en un país como Uruguay que tiene una realidad en materia de restricciones totalmente distinto y que coloca su producción en todo el mundo, excepto Japón. De este modo, con la apertura del mercado de Estados Unidos que logró la Argentina y que se prevé estará activo a partir del año próximo “estaremos insertados en forma creciente en ese circuito no aftósico de carne vacuna que representa el 45% del volumen mundial comercializado, pero un 55% del valor. Es decir que claramente estamos en la antesala de ingresar al mercado de mayor valor”, dijo.

El escenario actual.La foto del presente muestra a la Argentina con una pérdida de 6,5 millones de cabezas en diez años, un stock amesetado con una ligera tendencia declinante y una baja respecto del último año de la productividad. Pero además “estamos con una relación de precio de valor del gordo respecto del costo del alimento (maíz), en términos de pizarra prácticamente que lo duplican y se cuadruplica en campos alejados de los puertos. Es una relación extraordinaria”, agregó Tonelli. “En 2013 la liquidación estuvo en equilibrio, en 2014 fue leve y este año las expectativas de cambio de gobierno hacen que los ganaderos empiecen a retener. Otro indicador de un cambio positivo, es que el valor de los vientres en el último años tuvo un incremento superior al 50%, aunque desde un nivel muy bajo”, concluyó.

FUENTE: La Capital

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