Carne y salud
Como venimos haciendo los últimos viernes, hoy os traemos una nueva entrega de ‘Carne y salud’ con uno de los divulgadores más reconocidos dentro de la industria agroalimentaria.
Sólo con su nombre, Juan Pascual, ya genera una imagen de alguien tranquilo y sosegado, pero que dice verdades como puños y pone el foco en temas en los que no es tan fácil hablar ni posicionarse hoy en día.
Con el autor del libro ‘Razones para ser omnívoro. Por tu salud y la del planeta‘, hablamos sobre la mala imagen del consumo de carne, derribamos mitos sobre los insectos e incluso conocemos la importancia de la producción ganadera para que sigamos teniendo una de las bebidas más protagonistas de nuestro país como es la cerveza.
Una charla sin duda esclarecedora y que pone los puntos sobre las ies, tanto para estar orgullosos, como para hacer autocrítica.
Pregunta. Quiero empezar esta entrevista con unas declaraciones tuyas de hace un año en las que afirmabas que “poco más y por comer un filete hay que ir preso”. ¿Porqué piensas que hay esta visión en la sociedad respecto a la carne? ¿Qué hay detrás?
Respuesta. Es un sentimiento o una percepción de una parte importante de la sociedad. Porque bueno, si vemos los titulares de prensa que se publican frecuentemente, vemos noticias como que la producción animal es el origen de las pandemias, que los acuíferos se están agotando, que la ganadería ocupa mucha superficie… Todos ellos tienen un componente evidentemente muy negativo en cuánto al origen de la carne. Y luego, la carne en sí misma también ha generado noticias de que es la causante del cáncer y/o enfermedades basculares. O que, por el hecho de comer tanta carne, se le esté quitando comida a países del Tercer Mundo… Con todas estas ideas, se genera un relato que da a entender que quien es carnívoro es reo de justicia. Evidentemente, derivó en esas declaraciones que hice, que aunque son caricaturescas, en el fondo esconden cierta verdad de lo que está ocurriendo.
P. Te hemos entendido… ¿Qué o quién crees que está detrás de estas ‘fake news’? ¿A quién le interesa atacar a la carne?
R. Mira, hay mucha gente que opina que los grupos plant-based están detrás. Yo no creo que sea así. Yo creo que hay un movimiento social, que hay unos grupos animalistas muy minoritarios pero tremendamente activos y tremendamente convencidos de lo que hacen. Y que además están fuertemente subvencionados por distintas administraciones.
“Yo creo que hay personas o familias, como la Getty o la Kennedy, que hacen donativos muy importantes a estas causas”
P. Tú tienes conocimiento de la visión a nivel europeo, y me gustaría que fuésemos claros y que pudieras decirme, ¿a qué administraciones o grupos de presión les interesa potenciar esto?
R. Cualquiera de las ONG de este tipo, como las animalistas que te comentaba, recibe subvenciones o de las administraciones centrales, o de las autonómicas, o de las europeas. Eso está publicado. Pero luego, además, también es verdad que hay bastantes grupos, no diría de presión, pero sí financieros, como, por ejemplo, el Open Philanthropy Project, que está regado por recursos de personas multimillonarias que creen y yo creo que de buena fe en ello, aunque yo creo que están muy mal informados. Pero que, bueno, dan dinero a organizaciones animalistas. Por ejemplo, el empresario Dustin Moskovitz, por ejemplo, da dinero a la organización L214.
Es una subvención y otras las describe muy bien el periodista francés Gilles Luneau, en un libro que se titula ‘Steak Barbare’. Hace una explicación muy pormenorizada de todos los donativos, fuentes de financiación…
P. ¿Y el fin es ideológico o económico?
R. En mi opinión, es más ideológico que económico. Yo creo que hay personas o familias, como la Getty o la Kennedy, que hacen donativos muy importantes a estas causas. Es curioso cómo con dinero americano se está financiando cómo limitar o dificultar la actividad ganadera en Europa. Pero bueno, eso es un dato. No voy a dar una opinión sobre ello. Me resulta interesante y curioso, pero yo creo que hay más un fondo ideológico que económico en todo esto.
Aunque hay gente que opina que bueno, las plant based están ahí. Pero yo creo que como es un mercado tan pequeño, tan nicho y con tan poco éxito comercial, lo veo difícil, pero bueno, es una opinión válida y que también se puede sustentar…
P. Te leíamos hace poco y viene un poco a colación de lo que estamos hablando, que se pedía desde el sector rebatir con ciencia las noticias falsas, sobre todo respecto al porcino o materias como la sostenibilidad. Y quiero hacer una reflexión contigo, más allá de esta afirmación. ¿No crees que el sector debería ponerse las pilas a nivel comunicativo y utilizar las redes sociales, por ejemplo, para poder llegar de una forma efectiva a la gente? Porque a los consumidores futuros, no se les está llegando…
R. Eso es así, tienes toda la razón. Evidentemente, en la comunicación, yo creo que la base científica es importante porque nos da credibilidad y nos da, como tú decías, la razón. Pero la emoción es muy importante en comunicación, y además la ciencia no es fácil de comunicar en un titular. La ciencia es muy compleja, pero yo creo que también se pueden generar emociones positivas hacia los productos cárnicos, la actividad ganadera, etc. Yo tengo claro que la sociedad tiene simpatía por la ganadería y, además, el consumo de carne en Europa ha aumentado desde 2013. Y no solamente entre los países pobres como pueden ser Rumanía o Bulgaria, también en Holanda, Francia y Gran Bretaña.
Por lo tanto, la gente quiere comer carne, le gusta comer carne, cree que es saludable, pero hay una presión muy importante. Tenemos la base para hacer una comunicación en positivo, pero se necesitan muchos recursos. Yo veo que el sector dedica recursos a las asociaciones que son imprescindibles y que hacen un muy buen trabajo, pero que se queda en relaciones con las administraciones. Y aunque se realizan algunas campañas, son muy someras porque faltan recursos. Yo creo que ahí sí que el sector debería plantearse muy en serio aumentar la inversión, porque la batalla la estamos perdiendo.
Ya estamos viendo en los libros de texto del colegio que nuestros niños son evaluados y que se les enseña que la carne puede producir enfermedades cardiovasculares. O hablando de que en la ganadería se administran antibióticos y hormonas… Y esto está sucediendo a nivel mundial.
“La gente quiere comer carne, le gusta comer carne, cree que es saludable, pero hay una presión muy importante”
P. Y tú como divulgador, ¿qué consejos le darías a la industria cárnica para que se ponga las pilas y se lance a hacer una campaña con influencers o a apostar por TikTok…? Cosas prácticas que realmente, aunque ellos no lo vean, aportan beneficios… A ver si entre todos podemos ayudarles a cambiar la visión.
R. A ver, hay que recordar que producir cada vez es más difícil, que Dinamarca acaba de imponer un impuesto a los ganaderos… Y esto llega y viene. Si se empieza a poner impuestos a la producción de carne, cada vez va a ser más difícil consumirla. ¿A quién hay que ganarse? A la gente joven, porque es la más combativa y está donde ellos consumen la información, en las redes sociales. Yo no soy experto en comunicación, yo soy un divulgador porque me gusta. Me llama mucho la atención con la gran cantidad de seguidores que cuento, haciendo el contenido en mis ratos libres, que algunas personas que deberían tener más presencia que yo. Y ser conscientes de que aquí tiene mucho más impacto que un cantante se coma un filete que otro tipo de comunicación científica.
P. Pero yo creo que no es incompatible. Filete, a lo que sea, no es esto; lo habla también con alguien. Yo creo que no es incompatible. Yo creo que si fuésemos capaces de volcar toda esa información científica de una manera directa y accesible para la gente, habría mucho camino ganado… Porque tú lo dices, los jóvenes son combativos, pero les interesa saber el origen de las cosas o la manera en la que trabaja el sector…
R. Queremos desde el sector convencer a la Administración de que pare ciertas leyes, y tiene que ser al revés. Tenemos que convencer a la sociedad. Si el político siente que la sociedad está a favor de la ganadería, legislará a favor de la ganadería; si siente que está en contra, legislará en contra, independientemente de la ideología.
“Si el político siente que la sociedad está a favor de la ganadería, legislará a favor de la ganadería; si siente que está en contra, legislará en contra, independientemente de la ideología”
P. Tu profesión es veterinario de larga trayectoria. Cuéntanos un poco tu visión sobre el buen hacer o el mal hacer de la ganadería en España…
R. La forma de trabajar en España es un ejemplo en positivo. Es decir, es un sector que ha crecido mucho, sobre todo en la especie porcina. Siempre se relacionan ganadería y deforestación, y aunque en España ha crecido la cabaña ganadera, sin embargo, es el país europeo que más se ha reforestado desde el año 90. Y sí, la ganadería es fundamental en un país como el nuestro para fijar gente al territorio, para desarrollar la España vaciada, etc. Hoy en día en la agricultura y la ganadería hay datos de 750.000 personas y da de comer a 50 millones de personas, más los turistas que vienen, más lo que importamos… Me parece que es un modelo de éxito y un modelo que deberíamos premiar. Y sin embargo, se le denigra y se le castiga legislatívamente.
P. Y sí que me gustaría recalcar el tema de la seguridad alimentaria. La gran cantidad de controles y dinero que se invierte en este sentido…
R. Por supuesto, la comida en España y en el mundo es la más segura del mundo y de una calidad excepcional de la que podemos estar muy satisfechos. Y además, sigue siendo muy asequible para todos.
P. En tu libro ‘Razones para ser omnívoro’… he podido ojear cosillas y me gustaría que nos recordases las razones científicas para ser omnívoro, incluyendo la carne en nuestra dieta equilibrada.
R. Sí, claro. Hay dos razones: la salud y la salud del planeta. La carne aporta una serie de nutrientes que son muy difíciles de obtener si no se consume carne, como por ejemplo la vitamina B12 o el hierro. Un ejemplo de ello es que en la India hay un gran problema con la falta de hierro de la población y es, casualmente, el país que menos come carne del mundo. Y en nuestro país, según la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), las dietas veganas son un factor de riesgo, ya que al 14 % de las mujeres les falta hierro.
Podríamos hablar mucho más de cómo la vitamina D, la A, o nutrientes como el selenio, el calcio y el zinc se absorben mucho mejor a partir de la carne. Y en cuestiones medioambientales o ecológicas, hay que recordar que el 86 % de lo que comen los animales son productos de desechos, que de no eliminarse de esta manera, serían un problema ecológico de primer orden. Te pongo un ejemplo: en España producimos 40 millones de hectolitros de cerveza. Para cada hectolitro hacen falta 20 kilos de cebada, eso son 800.000 toneladas de cebada que se maltean para dar sabor a la bebida. 800.000 toneladas de cebada son una fila de caminos de Madrid a Lérida, ¿con eso qué hacemos? Lo podemos tirar a un vertedero o se lo podemos dar de comer a las vacas, que es exactamente lo que hacemos. Es un ejemplo, pero hay muchos más. Hay muchos más.
“Se vende el insecto como la panacea. Como la solución del cambio climático (…) pero los insectos emiten CO2 como cualquier otra especie
P. Muy interesante… Ahora la pregunta del millón, ¿insectos sí o insectos no?
R. Yo diría que insectos también, pero pocos. ¿Por qué lo digo? Porque se vende el insecto como la panacea. Como la solución del cambio climático o la reducción de las emisiones a nivel industrial, e incluso para acabar con el cambio climático. Pero los insectos emiten CO2 como cualquier otra especie, se mueren como cualquier otra especie y hay que tratarlos como cualquier otra especie… Si hacemos 4 grillos, pues los efectos serán de 4, pero si producimos 400.000 millones, habrá el mismo problema que con el resto de especies, por lo que no veo una gran ventaja desde el punto de vista de producción, a parte de los temas culturales o de alérgenos que están ahí. Es una opción para quien le guste, para quien tenga esa curiosidad, pero yo no creo que esto vaya más allá de titulares de periódico. Lo que sí que me parecería interesante es para alimentar ciertos animales.
P. Y ya para acabar, hagamos una fotografía de la industria cárnica en 10 años si seguimos por este camino.
R. Bajo mucha presión. Hay una tendencia a querer encarecer este producto. Lo hemos visto en Dinamarca. Estamos perdiendo el partido.
Evidentemente a la gente le gusta comer carne y va a seguir comiendo carne. Evidentemente, los gobiernos se van a tentar mucho la ropa antes de poner trabas porque con las cosas de comer no se juega, y esa es la gran ventaja que tiene el sector. Pero las leyes de transporte, las leyes de bienestar… son caballos de Troya que están llegando no para mejorar el bienestar, sino para impedir la producción o para dificultarla. Y por ello creo que el sector va a tener un problema a futuro mayor que el que tiene ahora si no actúa de manera decidida a través de asociaciones y sobre todo a través de la sociedad y de la juventud.
FUENTE: Cárnica