Crisis en la industria exportadora: falta hacienda y los números dan mal

Pablo Guimaraenz, Gerente de Compras de Azul Natural Beef, cuenta lo que pasa con la oferta de hacienda para la exportación, las pérdidas que tienen los frigoríficos y explica cómo se podría revertir la situación.
La oferta de novillos es reducida, veo que va a seguir así y con una demanda necesitada de mercadería. En definitiva, la demanda va a superar a la oferta y eso sostendrá los precios en niveles altos.
La escasa oferta está obligando a que los frigoríficos cada vez engorden más hacienda propia, el objetivo no es bajar costos, sino asegurar la provisión de novillos para cumplir con los negocios y evitar la incertidumbre respecto de la disponibilidad de mercadería.
Lo único que podría corregir esa situación, y creo que es algo que se debería comenzar a hacer para que toda la cadena sea más productiva, es incrementar el peso de faena, agregarle más kilos a la hacienda.
Hay que transformar a los novillitos en novillos y las vaquillonas livianas en vaquillonas pesadas.
A la vaca manufactura en vaca carnicera, o sea en vaca gorda. Hay que agregarle 100/150 kilos más a la hacienda, en promedio, y ahí obtendremos gran parte de la carne que nos falta para cumplir con los proyectos de la exportación y con las necesidades del mercado interno. Eso significa que el mercado local tiene que comenzar a faenar animales de 460 kilos y dejar de lado el novillito de 350/380 kilos.
El negocio de la exportación está muy difícil. La materia prima está cara para las posi bilidades de pago. Tenemos el novillo más caro de la región, hay atraso cambiario y fuerte subas de costos de energía.
Tal como está planteado el esquema es fundamental que haya una mejora en los valores internacionales de la carne. Es clave que reaccione el mercado internacional, porque todo lo que antes nombré es poco probable que se de en el corto plazo.
La corrección inmediata, o lo antes posible, del kilaje de faena, elevará notablemente la oferta de carne. Y para ello no es necesario contar con un mayor rodeo de vacas.
Australia, que es uno de los mayores productores y exportadores del mundo, tiene menos de 30 millones de cabezas y un peso carcasa por animal faenado de 400 kilos, esto significa que termina hacienda con más de 600 kilos.
Con el stock que tenemos, aumentando considerablemente el kilaje de faena, tendremos más carne para exportar y para el consumo interno.
¿Por qué no se viene dando ese proceso? Porque la incertidumbre es el denominador común en la últimas décadas. Con excepción de lo que pasó en el gobierno de Mauricio Macri, cuando el negocio exportador comenzó a despegar, en los años previos y posteriores se lo desalentó. No hubo políticas que favorezcan la producción de hacienda pesada.
Con previsibilidad, el productor tiene todas las capacidades para saltar 100, 150 kilos en cualquier categoría. Pero la señal del gobierno de turno, y luego de la industria, tiene que ser clara.
Porque un novillo de 480 a 550 kilos, mientras tenga juventud y buena terminación, es una materia prima de primer nivel, que podría servir tanto para la exportación como para el consumo, y eso favorecía la integración.
Cuando salimos a buscar hacienda no se encuentran los animales que se requieren porque los productores todavía no saben si realmente se vienen los años de la exportación.
Por otro lado, el que compra un ternero de 200 kilos a 3.500 pesos, la única alternativa que tiene para que sea viable su negocio es sumarle kilos. Si lo vende gordo con 200 kilos más y lo negocia a 3000/3200 pesos, no obtiene renta.
Cuando salimos a comprar los novillos que se consiguen pesan entre 420 y 450 kilos. Pero cada año que pasa es más difícil armar la faena de novillos. Y el que se requiere para cubrir la cuota Hilton es el que más falta, debido a la cantidad de campos que se dieron de baja del sistema, por tener algún tipo de observación para responder al protocolo Hilton o directamente porque esos productores cambiaron su estrategia y decidieron hacer hacienda más liviana, empujados por las condiciones del negocio.
Azul Natural Beef está enfocado en la producción de carne de novillos pesados, también para abastecer nichos de valor en China, que es un mercado de poco volumen, muy selecto.
El novillo necesario para ese mercado tiene que ser de mucha calidad, debe pesar más de 500 kilos y tener un buen nivel de engrasamiento, es decir grasa tipo 2, con buen nivel de marbling y terminado a grano. En definitiva, se trata de animales con muy buena grasa intramuscular. Ese es terminado por consiguiente a grano. No es el animal que lleva la Unión Europea, que siempre prefirió novillos de calidad, pero con menos engrasamiento, aunque de a poco, y en parte gracias a la cuota 481, el mercado fue adoptando esa otra mercadería también.
En cuanto a los precios, para mercados exquisitos, como puede ser el norteamericano o algunos del sudeste asiático, como Singapur o Malasia, o negocios específicos con China, que piden un animal terminado a grano y carne de hacienda pesada, se pagan 5000 pesos el kilo de carne en gancho y eso significa 300 a 400 pesos más de lo que se puede pagar. En definitiva, se paga entre 5% y 10% más de lo que el negocio permite y por eso se están generando pérdidas importantes en los frigoríficos.
FUENTE: Informe Ganadero