“Tenemos que asegurar rentabilidad a toda la cadena de carnes”
Federico Grünwaldt, Gerente Comercial de Rafaela Alimentos, participó recientemente de una feria internacional en China y se refirió a las oportunidades que ofrece ese mercado. Además, analizó las perspectivas del mercado interno afectado por la caída del poder adquisitivo, aunque en la empresa local siguen trabajando en el tope de su capacidad y con planes de nuevas inversiones.
Federico Grünwaldt, gerente comercial de Rafaela Alimentos, fue uno de los participantes de la Jornada de Innovación Agropecuaria “En el camino de las oportunidades”, desarrollada por la Sociedad Rural de Rafaela junto a otras instituciones de la ciudad.
Luego de su participación en uno de los paneles, dialogó con CASTELLANOS sobre la situación actual de la cadena de carnes y del negocio de la industria frigorífica, en un momento en que se abren nuevas oportunidades para la exportación pero a la vez se complejiza el mercado interno, debido a la caída del poder adquisitivo.
Así, aunque la devaluación “nos puso otra vez en la cancha”, según graficó Grünwaldt, las luces de alerta se encienden porque “eso dura hasta que la inflación de los costos” empate a la evolución del tipo de cambio. No obstante, la empresa rafaelina está viendo con optimismo el futuro, ya que las plantas de Casilda y Rafaela están trabajando en el tope de su capacidad instalada y hay planes de nuevas inversiones para aumentar al menos en un 50% la producción de fiambres.
-¿Comparte el optimismo que tienen muchos actores de la cadena cárnica en estos días?-se le preguntó.
– Vemos la oportunidad de trabajar y de empezar a intentar buscarle la vuelta al negocio. El problema a largo plazo es que tenemos una sábana corta. Lo que debemos encontrar es la forma de que toda la cadena tenga rentabilidad para poder seguir creciendo, ya sea con el cerdo o con el vacuno. Si la producción ganadera no se hace más eficiente y no hay rentabilidad para el productor, nosotros no vamos a tener materia prima para hacer negocios, ni vamos a tener rentabilidad para tecnificarnos y competir no solamente con empresas nacionales o internacionales que están viniendo a la Argentina y que tienen la posibilidad de financiarse afuera. La globalización les permite importar o exportar según mejor les convenga.
-¿Cómo se logra “engrasar” a los eslabones de la cadena?
-Lo fundamental es hallar la forma de que todo el canal tenga rentabilidad, para que en el largo plazo no tengamos tres meses de rentabilidad para una parte de la cadena, un año para otro y que en el medio estemos peléandonos, hablando mal uno de otros. Además, los ciclos de rentabilidad no se pueden medir en un año. Ni en el campo ni en la industria. Una inversión para un equipamiento destinado a hacer fiambres a nosotros nos cuesta 800 mil euros. Entonces la rentabilidad no se puede medir en un año. Si tenés una buena cosecha de trigo en una campaña, es eso, un buen año de trigo, pero no salva a nadie. Si al año siguiente tenés sequía o inundación, se pierde todo o más. Entonces se trata de hallar las herramientas para que todos los eslabones de la cadena tengan un horizonte previsible de rentabilidad.
-¿Es suficiente hoy el abastecimiento de hacienda en peso y calidad, para las necesidades de la industria?
– No nos está faltando hacienda. Pero eso es hoy, porque la sequía está complicando al campo y los productores sacan más hacienda de la que normalmente llevarían a la feria. También sabemos que ésto es el corto plazo, que es un boomerang que nos va a generar problemas en quince días o en un mes, no lo sabemos. Estamos necesitando que el abastecimiento y la cantidad de cabezas en la Argentina continúe creciendo. Perdimos allá por el 2009 unos 15 millones de cabezas y necesitamos que ahora esos 15 millones sean positivos, de recuperación, y que todo el mercado esté bien abastecido y con la rentabilidad que corresponde.
-¿Están notando el impacto de la caída del poder adquisitivo en las ventas en el mercado interno?
– Nosotros no hemos notado todavía una caída del consumo en fiambres. Se ven algunos síntomas de la situación compleja en las cadenas de pagos, en clientes que piden algo más de plazo. Pero en junio no notamos una disminución de la demanda. Pero sí estamos preocupados por lo que se viene, sabiendo que va a ser duro. Vamos a tratar de diseñar estrategias de comercialización para que nos impacte lo menos posible.
-Rafaela Alimentos es un jugador fuerte en la comercialización al público aquí en Rafaela, a través del canal de venta directa. ¿Tampoco allí se nota la restricción?
– No lo estamos notando. Acá en Rafaela tenemos una comercialización al público muy importante. Faenamos diez mil cabezas mensuales y no estamos teniendo problemas graves, pero todos los indicios nos muestran que hacia eso vamos. Entiendo que nuestro posicionamiento más fuerte en el interior que en Buenos Aires también nos está ayudando. Nos estamos preparando porque habrá un tropiezo, estoy seguro que lo habrá.
China, una gran oportunidad
-¿Qué tipo de expectativa genera China para Rafaela Alimentos? –consultó CASTELLANOS a Grünwaldt.
– El potencial de comercialización con China es enorme. Yo estuve en una feria internacional en Shanghai y atendí entre 15 y 20 clientes por día y cada uno de ellos nos quería comprar 50 contenedores. No tenemos capacidad para producir todo lo que China demanda. Además, es un excelente negocio porque es complementario del negocio nuestro. Ellos pagan muy bien los cortes económicos y nos permiten que los cortes más caros los podamos seguir colocando en Europa, mientras que el asado pueda ser vendido en la Argentina a mejor precio para el consumidor.
-¿Qué costumbres tiene el consumidor chino y cómo encaja la producción argentina?
– Los chinos compran mucho garrón, brazuelo y tortuguita y cortes económicos que los terminan utilizando como un chop suey, cortando la carne muy chiquita, con verduras, con brotes de soja. No tienen el hábito de consumo de un bife jugoso, como tenemos nosotros. Además, Nueva Zelanda, Australia y Estados Unidos han penetrado mucho con el mensaje de que la carne premium es marmolada. Nuestro tradicional bife de chorizo es un corte anatómico que no tiene grasa interna, sino que tiene la grasa en forma periférica. Esos países que mencioné han hecho un trabajo de fondo convenciendo al chino de que la carne de calidad es marmolada, es decir, que la grasa en la carne es interna. Así que tendremos que trabajar mucho sobre el concepto de calidad, de salud, para intentar entrar en un mercado que aún es chico, pero donde la velocidad de los cambios es muy grande, de año a año. Puede que dentro de tres años ellos estén consumiendo la misma carne que estamos exportando a Europa.
FUENTE: Diario Castellanos