Oportunidades en el sector cárnico para no desaprovechar
El desplome de precios internacionales de los commodities agrícolas representa una “oportunidad” que el sector cárnico y el Estado no deberían desaprovechar, según un estudio de la consultora KPMG divulgado el 27 de enero de 2016
“En las últimas décadas la Argentina perdió posiciones en el mercado mundial de carne por atender una demanda interna subsidiada. La eliminación de muchas trabas a la producción pone al sector ante nuevos desafíos”, sostiene el informe de la consultora KPMG “La ganadería y la industria de la carne bovina: razones de la crisis y posibles soluciones”.
Además, señala que “la industria cárnica nacional pasa por un momento clave en su prolongada crisis. Las restricciones internas y externas que han operado en los últimos años han deteriorado el desempeño de un sector que debería encontrarse con otra realidad”.
Los especialistas destacan como positiva “la batería de medidas implementada por el nuevo gobierno” que “conforma una respuesta a los productores que han estado esperando una oportunidad”.
Se trata de la eliminación de las retenciones aplicadas a la carne junto al trigo, el maíz, el girasol y los productos regionales, y la reducción en 5 puntos a la tasa aplicada a la soja sumadas a la liberación del cepo cambiario.
En un párrafo se refieren a “las pérdidas generadas por las políticas emanadas del gobierno anterior que contribuyeron a profundizar la brecha existente en la rentabilidad de las actividades agropecuarias que favorecieron a los cultivos por sobre la ganadería”.
“El reciente desplome de los precios internacionales de los commodities agrarios resulta una oportunidad que el sector y el Estado no deberían desaprovechar”, dicen.
Y agregan que “con la caída de esos precios tiene lugar una significativa reducción en la brecha que separan las rentabilidades de las actividades agrícolas y ganaderas”.
“A las decisiones adoptadas por el nuevo gobierno deben sumarse la liberalización del mercado de carne vacuna en los EE.UU., el reciente levantamiento de las restricciones a la importación de carne del norte argentino por parte de la Unión Europea y la nueva cuota feedlot 481, también para la UE”, señalan los autores.
“Del mismo modo, en el mediano plazo sería deseable un nuevo esquema fiscal en conjunto a políticas que apunten a mejorar el financiamiento a través de líneas de crédito y/o a la exención impositiva para determinadas actividades”, opinó Mariano Balestra vicedirector ejecutivo de KPMG a cargo de Agronegocios.
El estudio de KPMG recuerda que el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) estima que en 2015 la Argentina produjo alrededor de 2,1 millones de toneladas de carne, una cifra que aún se encuentra muy por debajo de los valores que el país supo alcanzar años atrás.
“Las razones de este comportamiento oscilante en la producción deben buscarse en la carencia crónica de políticas públicas y comerciales de largo plazo, en los impuestos y restricciones a la producción y la exportación, en la falta de incentivos a la cría y, finalmente, en el comportamiento de los precios”, sostiene el informe.
Concluye con la afirmación de que “se podrá justificar desde un punto de vista económico un mayor uso de la tierra para la cría de ganado, lo que redituará en términos de oferta y producción de carne generando, en el mediano plazo, un reacomodamiento de los precios que beneficiará al consumidor”.
FUENTE: Decisión Ganadera