Mirando el horizonte de la ganadería uruguaya
Las primeras estimaciones sobre la ganadería uruguaya de 2016 divulgadas el viernes pasado por el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por su sigla en inglés) ven una población ganadera decreciente. De acuerdo a este informe, elaborado en base a entrevistas con referentes locales, la población ganadera uruguaya superaría los 12 millones de cabezas en este año –aun no se conocen las cifras de Dicose–, pero declinaría por debajo de los 12 millones en 2016. Un declive que entre otras causas estaría originado en una menor cantidad de vacas de cría y terneros.
El informe plantea varias perspectivas interesantes. Por un lado, un optimismo de los exportadores en cuanto a que la demanda seguirá siendo firme para la carne vacuna uruguaya en 2016 y 2017 por la escasa oferta a nivel internacional y el buen posicionamiento del producto uruguayo.
Por otro lado, el crecimiento del confinamiento de ganado. La proporción de ganado de feedlots en la faena pasaría de 9% en 2014 a entre 12% y 14% en 2016, un año en el que además la faena crecería en forma notable respecto a la de 2015. Estima una faena de 2,2 millones para 2014 (incluyendo la faena no contabilizada por INAC), que crece levemente a 2,25 millones en 2015 y salta a 2,4 millones el año próximo. De esa forma la faena de ganado en feedlots pasaría de 200 mil animales en 2014 a unos 320 mil el año próximo dada la favorable relación grano/carne.
El salto previsto en la faena llevaría a una reducción del stock, que entonces pasaría de 12,06 millones (récord histórico) en 2015 a 11,92 millones el año próximo. El stock de vacas de cría caería de 4,3 millones en 2014 a 4,2 millones este año y a 4,15 millones en 2016. Y esto sería así porque la faena de vacas iría en ascenso de 1,1 millones este año a 1,175 millones el año próximo.
En terneros, el USDA ve un declive sostenido en la producción de terneros de Uruguay, de 2,9 millones en 2013 a 2,8 millones en 2014, bajando a 2,75 millones este año y 2,7 millones en 2016.
Pero la ganadería puede resistir. En un año Niño y con una agricultura cediéndole sus hectáreas menos productivas, no tiene por qué seguir bajando la cantidad de vacas de cría o de terneros. La exportación en pie está abierta, los precios del ternero se mantienen firmes en torno a los US$ 2,30 por kilo, se trata de uno de los precios más estables del agro uruguayo y el dólar está firme y en ascenso.
¿Por qué aumentaría la faena de vacas? Podría haber un efecto envejecimiento del rodeo luego de varios años de retención. Pero da la impresión que eso ya se expresó en mayores descartes este año. Ese aumento de la faena ya se procesó y ocurrió en forma ordenada, sin una liquidación generalizada o masiva de los rodeos.
Nuestra hipótesis es que el rodeo seguirá estable y si El Niño se traduce en una primavera lluviosa seguramente la faena de vacas se moderará por debajo de los niveles que tuvo en el primer semestre de este año.
Por otra parte, todavía es posible que la producción de terneros de 2016 aumente y supere los 2,7 millones proyectados; y que el resultado del próximo entore se ubique por encima de los 2,8 millones.
No solamente la ganadería uruguaya puede sostener más de 12 millones de vacunos, sino que en caso de que los precios de la soja se mantengan en estos niveles, deberemos pensar otra ganadería diferente a la de los últimos 10 años, ganando hectáreas en lugar de estar cediéndolas. Un giro lleno de oportunidades.
Faena de vacas clave
No hay ninguna señal de que el stock de vientres de Uruguay vaya en descenso y más bien podría estarse dando un pasaje de una liquidación leve en el otoño e invierno a una intención de retención. En agosto, la faena de vacas se ubicó en 74 mil animales, 4% más que el año anterior, pero 19% menor a la de julio. Y en este mes la bajada de la oferta seguirá.
La estacionalidad de la faena de ganado se ha visto alterada este año por el atraso en la llegada de las cuadrillas kosher. Setiembre y octubre serán meses de baja faena y, si las lluvias son normales, noviembre y diciembre serán meses de abundancia forrajera.
En la faena de agosto ocurrió otro dato interesante. La participación de las vacas fue la más baja del año en 45%. Cuando en marzo los precios estaban sumamente bajos se produjo un empuje de oferta de vientres que alcanzaron casi al 50% del total faenado.
La actitud del ganadero parece haber cambiado. El clima, la mejora en el precio del ganado gordo hasta agosto y la agilización de la exportación en pie durante este año son algunos de los factores que parecen estar llevando a una nueva apuesta, moderada pero visible a mantener rodeos numerosos. Además hay que ocupar el lugar que han dejado los ovinos luego del fuerte descenso que han tenido.
La salida de vacas del rodeo ha sido abundante. Como para estabilizar la población actual. En los últimos doce meses se han faenado más de un millón de vacas, la cantidad más alta desde comienzos de 2011 pero –en nuestra opinión– en un tope.
En las mediciones de Dicose la población ganadera quedará muy cerca de los 12 millones de cabezas, tanto este año como el próximo. Pero lo más interesante es que la perspectiva de mediano plazo puede ser de una agricultura más cercana a puertos y más rodeada de praderas, lo que también debe significar la posibilidad de que la población ganadera supere los niveles a los que estamos acostumbrados.
Las paradojas del escenario USDA
Si se cumplen las proyecciones estadounidenses, las exportaciones de carne vacuna de Uruguay el año próximo alcanzarán las 395 mil toneladas, el mayor volumen desde 2006. Pero, a un precio cercano a US$ 4.000 por tonelada, eso significaría un importante récord de facturación y una inyección de dinero muy importante para una economía uruguaya que viene con exportaciones en caída.
Festejaríamos un récord por un lado, pero sacrificando producción futura por otro. Consolidaríamos la ganadería 4x4 que es la base de la que parte el actual presidente de INAC: cuatrocientas mil toneladas a US$ 4.000 la tonelada. A poco de asumir en la Expo Melilla propuso soñar con una ganadería 5x5. Quinientas mil toneladas a US$ 5.000 por tonelada. Para acercarnos a ese objetivo de largo plazo, lo mejor es que la faena en su componente de vacas no aumente en el corto plazo.
El escenario que consideramos más probable. Menos faena que los 2,4 millones que prevé el USDA, que en caso de ocurrir serían una señal de fuerte liquidación de vientres que creemos no sucederá. Si el petróleo sigue cerca de US$ 60 el barril y la soja cerca de los US$ 300 por tonelada, se precisarán vientres y terneros para una nueva lógica de ganadería en gradual expansión territorial.
FUENTE: El Observador