La ganadería hoy: auge exportador, pero con productores en plena crisis
El presidente Mauricio Macri inauguró la semana pasada en Carcarañá la planta de un frigorífico que busca consolidarse en el mercado exterior. El presidente puso la industria de la carne como el ejemplo a seguir en otras cadenas productivas. Pero todo lo que brilla no es oro en el supuesto boom de la ganadería
En plena crisis económica y golpeado por la caída de su imagen, el presidente Mauricio Macri tomó algo de aire en Carcarañá, en la inauguración de la planta de faena del frigorífico Mattievich. “Es un día de fiesta para la ganadería”, dijo exultante al momento de agarrar el micrófono.
Macri se aferró al auge exportador para hablar de la “virtuosidad” del modelo económico que impulsa la Casa Rosada desde la asunción de Cambiemos. Habló de “más producción, más faena y más consumo”, y llamó a todas las otras cadenas productivas a emular este “proceso de crecimiento”.
El presidente, sin embargo, no hizo alusión a ninguna de las serias dificultades que, por estos días, padecen los pequeños y medianos productores, los que abastecen a los frigoríficos, el primer eslabón –y el más débil—del ciclo bovino.
Es cierto que la ganadería fue uno de los rubros de la economía que mostró buenas señales de crecimiento a partir de la eliminación de retenciones y liberación de exportaciones dispuesta en diciembre de 2015.
Los ganaderos sostienen que el precio relativo de la hacienda sigue amesetado, mientras que los costos de producción siguieron el ritmo inflacionario.
Pero la “primavera” duró poco. Tanto para los frigoríficos que vuelcan toda su producción al mercado interno (muchos de ellos atravesando en Santa Fe procedimientos preventivos de crisis), como para los productores. La devaluación, el aumento de los costos de producción, la sequía y las tasas exorbitantes para financiarse dejaron “patas para arriba” a gran parte del sector.
Los ganaderos denuncian que los grandes frigoríficos, los que exportan, están pagando los mismos precios que en 2016 con una inflación acumulada de casi un 100 en todo este tiempo. Las exportaciones crecen mes a mes –se estima que este año se despacharán 400.000 toneladas, el doble respecto de 2015–, pero ningún productor ve por ahora el fruto de esta expansión comercial.
Ariel Toselli, vicepresidente primero de Federación Agraria Argentina (FAA)y titular de la comisión de Ganadería le explicó a Rosarioplus.com que en el último año y medio a los productores se les achicó “el margen de ganancia”.
“Hay más inversión y más crecimiento desde el 2016 a esta parte, eso no se discute. Pero ahora hay mucha incertidumbre en el primer eslabón de la producción, en los pequeños y medianos productores. Esto debería equilibrarse, aunque por el momento no vemos cómo”, detalló.
Toselli admitió que “no hay sobre la mesa un plan del gobierno nacional para ayudar a los pequeños y medianos productores ante esta nueva coyuntura”. “Las perspectivas macro son buenas para la ganadería, pero los productores hoy están estancados. Y como siempre son los que más sufren y los que menos ganan en toda la cadena productiva de la carne”, concluyó.
En la misma sintonía se pronunció días atrás el presidente de FAA, Omar Príncipe, quien aseguró que “mientras las familias pagan cada vez más caros los alimentos, los agricultores que los elaboramos, trabajamos a quebranto”.
“Los grupos concentrados son los que tendrán el mayor beneficio de la devaluación, mientas los chacareros siguen luchando ante los aumentos de tarifas y gasoil, la falta de financiamiento, las altas las tasas, y la dolarización de los insumos”, denunció.
El negocio exportador
Las estadísticas ganaderas reflejan que todo el crecimiento de la producción de este último año fue absorbido por los mercados externos. En el primer semestre del año se exportaron 201,1 mil toneladas de carne vacuna, un 60% de incremento interanual.
El dato se desprende del último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la Argentina (Ciccra). La exportación, de este modo, sigue ganando espacio dentro del negocio de los frigoríficos
En el primer semestre los frigoríficos exportaron 60% más que en el mismo período de 2017. No obstante, la rentabilidad del primer eslabón no mejoró, sostienen los expertos en la materia.
Hace un año, representaba el 9,2% contra el 90,8% de las ventas al mercado interno; en 2018, la participación del comercio exterior trepó a 14,7% contra 85,3%, respectivamente.
Su importancia en el total producido habría subido de 9,2% en enero-junio de 2017 a 13,6% en el primer semestre de 2018.
El consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 57,8 kilos por año en los primeros meses de 2018, lo que significó una suba de 3,3%, considerando el promedio móvil de los últimos 12 meses.
Sin embargo, al tomar el promedio del primer cuatrimestre, la demanda por habitante se sitúa en 54,6 kilos, 1,3% inferior a la del mismo lapso de 2017.
Toselli aclaró, no obstante, que en materia de carne bovina “exportación y mercado interno” van de la mano. “Cuanto más carne vendamos al mundo, mejor vamos a comer los argentinos”, explicó.
En esa línea, el presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, Ulises Forte, adelantó que la “discusión grande” que se viene es “política” y trasciende la dicotomía de mercado externo vs mercado interno.
“Que sea negocio producir y vender carne, no quiere decir que el productor gane plata. Eso, no quiere decir que toda la cadena este bien o que se distribuya equitativamente. Cuando la Argentina fue granero del mundo se produjo el Grito de Alcorta porque los que sembraban trigo no tenían ni para alpargatas”, puso como ejemplo Forte, surgido de las filas de Federación Agraria.
FUENTE: Casildaplus