Miércoles, 10 Febrero 2016

La ganadería entró en una fase franca de retención de vientres

La ganadería entró en una fase franca de retención de vientres

La participación de las hembras en la faena de enero fue del 40%

Más allá de las diferencias del precio en el que se comercializa el novillo en el Mercado de Liniers y a cuánto lo venden las carnicerías y los supermercados, especialistas del sector ya habían pronosticado que este año sería un período de retención de vientres.

Frente a este escenario, el analista ganadero Ignacio Iriarte pronosticó que cerca de un millón de vacas no irán a faena este año, y que 150 mil toneladas de carne pasarán del mercado interno a la exportación. Por esa razón, dedujo que el consumo bajaría a 52/53 kilos por habitante por año, con precios más altos, por lo que dedujo que 2016 va a ser un año “de un importante faltante de carne” por varias razones.

“Lo primero es que la ganadería argentina entró en una fase franca de retención de vientres, en la cual los ganaderos van a quedarse con un millón de vacas, es decir que no las van a mandar a faena sino a parir al campo”, indicó.

La consecuencia de ello es que en 2017 el país tendrá un millón de cabezas más. Mientras tanto, en 2016 “vamos a tener una faena de un millón menos de cabezas. Esa cantidad que se le resta a la faena son alrededor de 5 kilos de carne per cápita menos de la producción que va al consumo interno”, expresó el especialista a la agencia Télam.

Agregó que la devaluación del peso y la quita de retenciones a las exportaciones resultaron dos medidas que beneficiaron a la exportación cárnica. Evaluó que, aunque a la industria exportadora argentina “le va resultar difícil competir con el mercado local en un marco de escasez, igualmente la exportación de carne va a aumentar en 150 mil toneladas, alcanzando las 300 mil toneladas. Y esas 150 mil toneladas adicionales también se van a retirar del consumo”.

¿Más aumentos?. Mientras, el vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías porteñas, Alberto Williams, anticipó que los precios de la carne podrían volver a subir en marzo cuando aumenten los costos de operación de las carnicerías a partir de la llegada de las primeras facturas de electricidad con loa incrementos de tarifas.

En medio de la fuerte polémica entre consumidores, empresarios, productores ganaderos y el Gobierno de Mauricio Macri por los elevados niveles de precios en la carne vacuna, el representante de los carniceros porteños salió a advertir que el valor del producto no bajará.

“El incremento en la tarifa de la luz anunciado por el Gobierno no lo va a pagar el carnicero, va al consumidor”, señaló Williams en declaraciones a radio Vorterix, para terminar de descartar que el precio de la carne se vaya a ubicar en los 90 pesos como pretende el Gobierno.

Las carnicerías tienen un alto consumo eléctrico dado que esa energía es la que alimenta los motores de las cámaras frigoríficas, los freezers y las sierras (todos con alta demanda) por lo que impactará con fuerza en sus costos la suba del valor de la luz.

Si bien Williams se negó a “hacer futurología” sobre qué ocurrirá con el mercado de la carne en marzo, aclaró que los carniceros trasladarán parte de la suba del costo de la luz a sus precios, para evitar que la rentabilidad de ese sector vuelva a desmejorarse.

Resulta que en los últimos años, los carniceros fueron absorbiendo gran parte de los aumentos en desmedro de su rentabilidad para que sus clientes sigan comprando y el mercado no se resienta, pero ahora llegar a un límite de un margen del 10 por ciento sobre cada media res.

 

FUENTE: El Diario

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