Domingo, 10 Abril 2016

La carne es un producto de alta sensibilidad política

La carne es un producto de alta sensibilidad política

Así lo afirmó en una disertación Carlos Steiger, Director del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral

Carlos Steiger, Director del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, trazó diferencias entre la agricultura y la ganadería: “el agro puede cambiar año a año, pero la respuesta de la ganadería es distinta”. Esto se debe, consideró, a que las decisiones de inversión dan sus frutos a mediano plazo y la carne es un producto de “alta sensibilidad política”.

   Justamente, para Steiger la ganadería argentina se encuentra “rezagada frente a la agricultura sobre todo por políticas internas”. El docente caracterizó los doce años de gobiernos kirchneristas en materia ganadera como “un desastre” y ubicó el bienio 2006-2007 como “el punto de quiebre”. “Intervinieron la ganadería, ponen retenciones, prohíbieron exportar, establecieron peso mínimo de faena y los subsidios de la Oncca a los feedtlot”, agregó.

   Luego de la caída de stocks entre 2010 y 2011, comenzó la recuperación. Hoy Argentina está en un proceso de retención, afirmó el especialista, ya que la faena de hembras es inferior al 40% del total y también ha aumentado el peso promedio de los animales que son sacrificados.

   Sin embargo, resaltó Steiger, en la posconvertibilidad Argentina “desapareció prácticamente del mercado mundial de carnes”, fundamentalmente por “el atraso cambiario” y “el incumplimiento de la cuota Hilton”. “En 2005 se exportaron 700 mil toneladas, y 200 mil en 2015”, graficó. En términos relativos, Argentina era en 2003 el tercer exportador de carne y cayó al puesto 11 en 2013.

   Como sucede en otros terrenos, los lugares vacantes los ocupan otros jugadores. En este sentido, indicó que “Brasil nunca desatendió” a sus compradores e “inundó mercados” con sus productos.

   Precisamente, ante un Brasil que espera exportar en 2016 por 7500 millones de dólares -27% más que en 2015- y contra el que Argentina “no puede competir en el mercado de bajo valor” el desafío para la industria local es de acuerdo a Steiger “apuntar a mercados de alto precio” de Europa y Estados Unidos y ganar “confiabilidad”.

   No obstante, reconoció, “cuesta volver a entrar en los mercados” y la inversión dará sus frutos recién en dos años.

   En un año en el que pronostican un caída del consumo per cápita entre 5 y 6 kilos, la apuesta es el mercado internacional. Más aún después de la devaluación, que apuntaló la rentabilidad del sector. “Se puede recuperar un millón de cabezas al año, pero si no va a la exportación no tiene sentido”, señaló Steiger.

FUENTE: La Capital

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