Lunes, 30 Enero 2017

Exportadores de carne no le temen a Trump: planean volver a EE.UU.

Exportadores de carne no le temen a Trump: planean volver a EE.UU.

Confían en que el freno a los limones haya sido sólo un traspié administrativo; se ilusionan con que, a más tardar en marzo, el gobierno norteamericano les levante la restricción para ese mercado...

 

Confiados en que el freno al ingreso de limones argentinos por parte del nuevo gobierno norteamericano se trató de un mero traspié administrativo y no de una barrera comercial, los exportadores de carne vacuna argentina creen que en marzo o, a más tardar, en abril se los autorizará a volver a exportar a Estados Unidos.

Según explicó el presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC, en sus siglas en inglés), Mario Ravettino, el país ya tiene cumplidos todos los pasos sanitarios requeridos por las autoridades norteamericanas.

En diciembre pasado concluyó una misión de técnicos del Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria de Estados Unidos (FSIS, por sus siglas en inglés), que auditó el sistema de control para exportación de carnes vacunas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Tras esta misión, se espera que a fin de febrero o en los primeros días de marzo se dé a conocer el informe final que abriría paso a la reanudación de las exportaciones. Para los técnicos del Senasa, el resultado de ese informe será positivo.

Los cálculos de los exportadores argentinos dan cuenta de un mercado por 20.000 toneladas anuales que ingresan sin pagar aranceles. Se estima que representarían unos 100 millones de dólares anuales si se tomaran en cuenta los últimos años en los que el mercado estuvo abierto, en 1999 y 2000.

"Creemos que en principio se exportará carne para hamburguesas y más adelante ingresarían cortes de mayor valor", dijo a LA NACION el presidente del ABC.

Los exportadores apuestan a tener la mayor cantidad de mercados abiertos mientras se recompone la producción de animales pesados, que fue desalentada por la administración kirchnerista, que orientó el negocio ganadero sólo hacia el mercado interno.

En 2005 se llegó a exportar el 25% de la producción de carne vacuna. A partir de este año comenzaron las regulaciones y prohibiciones y ahora se destina apenas el 8% al mercado externo. No obstante, el sector privado no pretende ahora un desbalance entre los dos destinos.

La semana pasada, la Mesa de las Carnes, que reúne a todos los segmentos de los cuatro sectores principales (vacuna, aviar, porcina y ovina), le presentó a Macri un informe en el que le plantea que para este año se proyecta un excedente exportable global de 800.000 toneladas.

Hace algunas semanas, el Gobierno consiguió la apertura del mercado de Filipinas, que tiene importaciones totales por 340 millones de dólares al año. El otro gran objetivo es China. "Hoy es el principal destino en volumen", dice el presidente del ABC. "Buscamos que se firmen más protocolos sanitarios y se autoricen más plantas para exportar carnes frescas", agregó Ravettino.

Con el Ministerio de Agroindustria y la Cancillería los empresarios procuran que cuando Macri viaje a China, en mayo próximo, se obtenga una mayor apertura. "Los mercados asiáticos son importantes por la mejora del poder adquisitivo de la población, aunque hay diferencias entre ellos, Filipinas paga un promedio de 3150 dólares la tonelada, mientras que China paga 4200 dólares", explica. El gigante asiático compró en la Argentina unas 5600 toneladas.

Respecto de Estados Unidos, los exportadores y la Casa Rosada creen que se han dado todos los pasos necesarios para abrir el mercado, cerrado desde 2001, cuando el gobierno de entonces, el de Fernando de la Rúa, reconoció la existencia de focos de aftosa tras haberlos negado.

Pese a que en años posteriores la Argentina aplicó un plan de vacunación del rodeo vacuno y estaba en condiciones de exportar, Estados Unidos se negó a abrir su mercado. El progresivo deterioro de las relaciones diplomáticas entre Washington y la administración kirchnerista, sumado a la escasa voluntad de la Casa Rosada de alentar las exportaciones de carne, paralizaron cualquier avance para que la carne argentina entrara en el mercado norteamericano.

No obstante, el gobierno de Cristina Kirchner presentó una demanda en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Estados Unidos por la vigencia de la prohibición. La OMC le dio la razón a la Argentina y el gobierno de Barack Obama, antes de que el organismo fijara una penalización, aceptó en 2015 la apertura hacia la Argentina.

Desde entonces se vienen haciendo misiones sanitarias que ahora llegan a su etapa final.

FUENTE: La Nación

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