En los frigoríficos no habrá inversiones si no hay un cambio
El presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas pide que se termine con la evasión y la irregularidad en la cadena
Si hay un sector que rápidamente parecía que se iba a recuperar tras la intervención que padeció durante el anterior gobierno era el de la industria frigorífica. Sin embargo, según el presidente del Consorcio Exportadores de Carnes Argentinas, Mario Ravettino, las empresas cárnicas atraviesan todavía por un serio problema de competitivad.
En una entrevista con La Nacion, reclamó al Gobierno y a las entidades de la producción hechos concretos para terminar con la informalidad en el negocio.
- ¿Cómo describiría la situación de la industria frigorífica?
- Está atravesando un momento muy crítico por la falta de competitividad. En el ámbito doméstico es imposible de competir con los niveles de evasión e informalidad que hay. La industria frigorífica organizada no tiene futuro si no se produce una reestructuración integral del sector. Si eso no ocurre la industria va a seguir siendo como se la conoce: con marcados niveles de evasión, con inseguridad comercial en el pago al productor, y fundamentalmente, con malos niveles de sanidad de los productos cárnicos.
- ¿Por dónde habría que empezar a corregirse esa situación?
- Tendría que haber una reestructuración integral para que se establezcan de una vez y para siempre reglas claras de competencia entre operadores, que todos tengan las mismas posibilidades, paguen los mismos impuestos, respeten las mismas normas de sanidad e inocuidad y que contemplen al trabajador con las características de empleo formal.
- A principios de año ustedes presentaron un documento para advertir sobre los costos de la evasión. ¿Se avanzó en algo?
- Cuando hablamos con las autoridades hay una concordancia absoluta en el análisis de la situación y las acciones que habría que hacer, pero no hemos pasado a los hechos, estamos en el diagnóstico. Lo que nos falta es que esas medidas se implementen. Ahora bien, reestructurar la industria frigorífica es una tarea que lleva tiempo. No se va a poder poner en blanco a los establecimientos de hoy para mañana, no vas a tener un estándar sanitario único. Mientras tanto se necesita un paliativo.
- ¿Cuál sería ese paliativo?
- Suspensión temporaria de impuestos hasta que todos cumplan. En materia nacional, IVA, en materia provincial, Ingresos Brutos. Hemos propuesto una medida por el lado de los reintegros. Y participar de un fondo común de desempleo por si algún trabajador de un establecimiento que no está acorde con las reglas tiene problemas. No sabemos qué medidas va a implementar el Estado. Pero en esto de no pasar a los hechos también está la Mesa de las Carnes, el grupo de las 22 entidades, que es una idea positiva, pero todavía no ha pasado a las medidas concretas.
- ¿Qué porcentaje de la industria está en situación irregular?
- La industria frigorífica irregular supera el 50% de la faena. Partimos de la base que nosotros somos el 28/30% de la faena y puede haber un consumo que llegue al 50%, pero el resto del consumo interno está en la informalidad. Agroindustria prometió trabajar en este tema.
- ¿Creen que está comprometida?
- Cuando estuvimos con el Presidente, vimos que está totalmente comprometido con esta idea y el desarrollo de todo este accionar para que se regularice. Llegó el momento de empezar a hacerlo.
- ¿Cómo terminan los números de la exportación de carne este año?
- Éramos un poco más positivos a principios de año, pero van a terminar levemente superiores, entre un entre un 5 y un 10 por ciento por encima de 2015. Mientras no se cambien las estructuras del negocio no vamos a poder competir.
- ¿Ni siquiera abriendo mercados?
- Los mercados tienen que estar abiertos para cuando esto mejore. La apertura de mercados sin competitivad no tiene ningún sentido. Son dos tareas que van de la mano: mayores posibilidades de exportar al mundo y tener un sector que pueda competir con quien provee de alimentos cárnicos al mundo, si no, te desplazan.
- ¿Esto es cultural o se puede solucionar mediante algún mecanismo económico?
- Creo que hay mucho de una situación cultural. El país se ha acostumbrado a trabajar de esta forma y como es uso y costumbre, en algunos casos no hay vocación de cambio. Propusimos una solución para el pasado: demos facilidades para todo el incumplimiento anterior, pero de ahora en adelante empecemos a jugar todos en la misma cancha.
- ¿Una moratoria?
- Lo que se le ocurra al Estado. Una moratoria, un plan de pagos. La idea que tenga el Estado para darle posibilidades. Si hay alguien que puede trabajar pagando todos los impuestos, cumpliendo con las normativas sanitarias, y convenios colectivos de trabajo ¿por qué otros no pueden. En este escenario no parece que vaya a haber inversiones. No va a haber inversiones frigoríficas si no se produce este cambio. Las últimas inversiones significativas, de empresas brasileñas, hoy están operando con una o dos plantas, el resto está cerrada. Primero hay que recuperar el sector para hacerlo competitivo y después seguramente vendrán las inversiones.
- ¿Se sienten aludidos cuando dicen que ustedes tuvieron buen diálogo con Guillermo Moreno?
- Pasamos un período importantísimo con un grado de intervención estatal, que fue toda la época del gobierno anterior. Somos un sector de la industria muy reducido e identificado, que no teníamos otra alternativa, ni nunca la vamos a tener, que es la del diálogo para trabajar. Cuando vos tenías un programa de ROE que indefectiblemente tenías que recurrir al Estado para pedirle permiso para exportar, imaginate qué hubiera ocurrido si hubiéramos tenido una posición de antagonismo como tuvo la producción. Los productores son 350.000 y los frigoríficos nada más que 32. No había otra alternativa para subsistir que no sea la del diálogo.
FUENTE: La Nación