En EEUU hay mucha presión de la industria, para recuperar la Cuota 481
La presión de la industria estadounidense ha sido un factor clave en la reavivación del conflicto con la UE por las restricciones que se aplican al uso de hormonas en EEUU.
“La industria estaba presionando al gobierno, que lo viene tratando de negociar desde hace meses, hay mucha presión de este lado de la industria”, dijo al programa Tiempo de Cambio, Alexis Dubourdieu, productor ganadero uruguayo en EEUU, representante de Conexión Ganadera en Texas.
Con la asunción de Donald Trump a la presidencia, estimó el empresario, es esperable que el jerarca tome medidas sobre lo que ha hecho hincapié a lo largo de su campaña electoral: la negociación de los tratados. “Algo va a pasar. Yo creo que EEUU quiere recuperar la Cuota o recuperar el ingreso de la carne con hormonas”, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural.
El 2016 ha sido un año de precios en baja para el ganado de EEUU, “pensamos que los precios tocaron un piso en setiembre y octubre” ya que han tenido una recuperación sobre fin de año. Las perspectivas para el año que viene “no son tan buenas a pesar de que los precios de los granos han sido muy convenientes”, sostuvo Dubordieu.
“El criador tiene una perspectiva un poco mejor, en la recría o engorde hoy por hoy no hay ningún negocio a pesar de los bajos precios de los granos, con un retorno mínimo de 3% o casi empardando”, indicó.
Sobre las condiciones en que se produce en EEUU, Dubordieu explicó que el peso de un animal al entrar a un feedlot ronda los 363 kilos, con un precio de US$ 2,70 por kilo vivo. Durante 150 días se alimenta al ganado encerrado, que con un costo del maíz de US$ 140 la tonelada, se traduce en un costo de aproximadamente US$ 1,54 para producir un kilo vivo de carne. Tras el periodo de encierro, el animal se vende con 590 kilos por un valor en el eje de US$ 2,30 por kilo vivo, apuntó el productor. “Hoy por hoy el negocio del feedlot está muy apretado”, sostuvo.
Mientras los números son justos para los encierros, crecen las oportunidades en el mercado estadounidense para la producción a pasto natural y orgánica, que tiene un crecimiento de 25% anual en el consumo interno. “El consumo de carne no ha bajado en EEUU a pesar de las críticas muy duras de los grupos defensores de los derechos de los animales. Pero si está creciendo el consumo de la carne a pasto y lo orgánico, con un crecimiento cada vez mayor”, dijo.
FUENTE: Blasina y Asociados