Viernes, 06 Julio 2018

El stock sumó 500 mil cabezas y subió por tercer año consecutivo

El stock sumó 500 mil cabezas y subió por tercer año consecutivo

En los últimos siete años, las existencias habrían crecido en 6,1 millones de cabezas; sólo 44 por ciento de las 10,9 millones perdidas entre 2007 y 2011.

 

En junio, la faena fue muy alta: 1,137 millones de cabezas, nueve por ciento superior a igual mes del año pasado, y 20 por ciento mayor que en junio del 2016.

La participación de las hembras en la faena, que en abril había trepado al 46,3 por ciento, bajó algo en mayo, pero en junio se ubicó en el 47 por ciento; es decir, por encima de los niveles de equilibrio, un indicador que podría estar mostrando el ingreso a una zona de liquidación moderada.

Si bien todavía hay mucha hacienda que está saliendo de los campos como una consecuencia tardía de la seca de los primeros meses del año, el volumen y la composición actual de la oferta revelarían un cambio de expectativas de los productores.

Pero también se puede interpretar este fenómeno como pasajero: en la medida que en el segundo semestre mejoren los campos, esta altísima oferta puede ceder, y los precios recuperar el terreno perdido en términos reales, lo que significaría el ingreso de la ganadería a una fase de equilibrio o de retención moderada.

El mercado descuenta que, en pocas semanas, empezará a salir lo encerrado en los feedlots desde febrero y marzo últimos, y que los precios del gordo liviano -de regularizarse el clima- tenderán a estabilizarse. El volumen de ganado encerrado hoy es muy alto: un 10 por ciento más alto que un año atrás y el más importante del 2009 a la fecha.

Se espera que se afiance la suba que está comenzando a experimentar el novillo pesado, liderada por los frigoríficos exportadores pertenecientes a empresas supermercadistas, que integran de modo virtuoso la exportación con la venta al consumo interno, en bocas propias.

Un dato importante es que, con la fuerte baja del precio del novillo en dólares, se han comenzado a exportar a China cortes (delantero y rueda), cosa que hasta ahora no pasaba: el 90 por ciento de lo embarcado era vaca manufactura o conserva.

Buenas y malas

Este nivel en la faena es insostenible si queremos que siga creciendo el stock. A marzo último, las existencias habrían totalizado las 53,9 millones de cabezas, casi uno por ciento más que en marzo del año pasado, lo que marca el tercer año consecutivo de recuperación.

Se trata de un aumento de unas 500 mil cabezas que puede compararse con las 714 mil cabezas más encontradas a marzo de 2017 y los 1,2 millones de cabezas más registradas al mismo mes de 2016.

La retención se ha desacelerado y el aumento del stock se ubica por debajo del crecimiento poblacional, calculado en 1,1 por ciento anual, con lo que se congela una pobre relación stock ganadero/población humana.

En 1924, Argentina producía 190 kilos de carne vacuna por habitante y por año. Este ratio bajó por más de ochenta años, hasta los 83 kilos per capita en 2005. De haberse mantenido la riqueza ganadera de hace 13 años, hoy podríamos consumir 61 kilos cápita y podríamos exportar 22 kilos, o sea, unas 960 mil toneladas.

En los últimos tres años, al crecer el stock y la producción de carne, y al desacelerarse la retención, la oferta de carne per cápita ha subido marginalmente hasta los 68 kilos per cápita, de los cuales 59 kilos se consumen y nueve kilos se exportan.

En relación a la caída del stock ganadero, el máximo contemporáneo se habría logrado en 2007, con 58,7 millones de cabezas, para caer en 2011 a sólo 47,8 millones; es decir, 10,9 millones de cabezas perdidas en sólo cuatro años. Así, desde ese año a la fecha, el stock habría crecido en 6,1 millones de cabezas, recuperándose entonces sólo el 44 por ciento de lo que cayó el stock entre 2007 y 2011.

FUENTE: Ignacio iriarte - Agrovoz

 

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