El escándalo por corrupción en Brasil impide la apertura de un frigorífico en Venado Tuerto
La posibilidad de poner en marcha la planta había ilusionado a los 500 trabajadores que quedaron desempleados en 2012.
El escándalo por corrupción en Brasil salpicó a Venado Tuerto tras abortar la posible compra del gigante alimenticio Minerva quien tenía acordado comprarle a su par JBS, el mayor productor de carnes del mundo, todas las plantas frigoríficas que tenía en la Argentina.
Entre ellas la planta ubicada en esta ciudad que cerró sus puertas en 2012 y dejó en la calle a más de 500 operarios. La idea de que Minerva pusiera nuevamente en funcionamiento a JBS Venado Tuerto quedó trunca a pesar de los intentos del municipio y distintas fuerzas institucionales de la ciudad.
Según el intendente peronista José Freyre “desde que JBS cerró sus puertas en 2012 se intentó una reapertura, sea por alquiler o con una compra. Pero JBS nunca tuvo intención de vender o alquilar la planta y trasladó toda su actividad a Villa Gobernador Gálvez y eso significó que 550 trabajadores de Venado Tuerto y la región perdieran sus fuentes de trabajo”.
La operación Lava Jato es la más grande sobre corrupción desarrollada en la historia de Brasil, e impactó en gran parte del mundo. JBS tenía todo arreglado con Minerva, otra mega empresa brasileña, sobre la venta de todas sus plantas en Argentina, Paraguay y Uruguay. No obstante un juez federal de Brasilia ordenó detener el negocio para no entorpecer las investigaciones del escándalo de corrupción que tienen como eje a la mayor procesadora de carnes del mundo.
Expectantes
En diálogo con FM Dale, Freyre recordó que “desde aquel momento siempre estuvimos expectantes sobre un proceso que posibilite reabrir el frigorífico en nuestra ciudad. Cuando sucede todo este tema con JBS en Brasil, y Minerva aparece como comprador de todo el paquete de plantas que tiene JBS en Argentina, nos llenamos de ilusión y expectativa”.
Agregó que “incluso hicimos algunos contactos previos con la gente de Minerva. Ahora hay un mandato judicial que impide que los activos de la planta JBS sean utilizados, vendidos o alquilados, y hasta tanto no se resuelva la cuestión judicial estarán inmovilizados”.
“Esto es un problema porque se cierra una posibilidad. De todos modos, seguimos insistiendo para que el frigorífico tenga alguna actividad, o genere algún tipo de movimiento económico y productivo en la ciudad. Vamos a estar atentos y trabajando en eso”, señaló Freyre.
Desde el año de su cierre la planta modelo de Venado Tuerto fue cerrada aunque no abandonada. Una treintena de operarios siguieron con la mantención del gigantesco frigorífico venadense. Nunca la vendieron ni la alquilaron baja una lógica comercial. No querían competencia en el sur santafesino y por eso prefirieron mantenerla a venderla o alquilarla a un eventual competidor. La planta permanece cerrada desde el 3 de enero de 2012 fecha en la que se realizó el primer despido en bloque de casi 500 trabajadores.
Sin embargo y con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia, el 22 de enero de 2016 JBS había adelantado la oportunidad de reapertura en nuestra ciudad teniendo en cuenta el cambio del panorama político. Por lo visto esas condiciones tampoco llegaron de la mano del PRO; al menos desde la lógica de los empresarios brasileños fuertemente sospechados de corrupción.
Escándalo
Lo cierto es que el juez Ricardo Soares, del 10º Tribunal Federal en Brasilia, impidió la liberación de ventas de activos a los propietarios de la brasileña JBS; los hermanos Joesley y Wesley Batista como consecuencia directa del escándalo de coimas en el cual estaban involucrados.
En la Argentina, JBS posee cinco frigoríficos (en Rosario, Venado Tuerto, Pontevedra, Jesús María y Berazategui), además de una planta para hamburguesas (en Pilar) y un centro de distribución; en Paraguay cuenta con tres frigoríficos, y en Uruguay, uno. En la Argentina, Minerva no tenía presencia por la presencia activa en el mercado de JBS y luego con Marfrig.
“Desde aquel momento siempre estuvimos expectantes sobre un proceso que posibilite reabrir el frigorífico”
En su edición del 24 de marzo de 2012 éste diario contó que “el presidente de la compañía brasileña JBS, Wesley Batista, confirmó que cierran las operaciones en su frigorífico de Venado Tuerto, al tiempo que también afirmó que la firma concentrará su actividades en la unidad de negocio de Villa Gobernador Gálvez”.
JBS, principal productor mundial de carne vacuna, es el grupo que administra y controla al frigorífico Swift. Desde que desembarcó a mediados de la primera década del siglo, la compañía adquirió seis plantas en el país. En 2012 cerró la mayoría de ellas y, actualmente, sólo opera el histórico establecimiento de Swift en Villa Gobernador Gálvez.
La apuesta del grupo brasileño era un cambio de gobierno y de reglas clara que por lo visto y según ellos, no existían para sus empresas dedicadas a la carne. Por tal motivo cerraron casi todas a la espera de un cambio que por lo visto no llegó. Tras cartón quedaron los dueños involucrados en el mayor escándalo de corrupción de la historia brasileña para perjuicio de los venadenses.
FUENTE: Agromeat