Del cielo al purgatorio: Los exportadores de carne temen por 1.200 contenedores que no se pueden descargar en China
En diálogo con Bichos de Campo, el titular del Consorcio de frigoríficos exportadores ABC, Mario Ravettino, graficó la situación del mercado chino
La crisis de la Peste Porcina Africana, que redujo notablemente el rodeo de cerdos en China, significó un gran impulso para las exportaciones de carne vacuna de la Argentina, que el año pasado envió a ese país el 75% de lo que exportó.
O medido de otro modo, destinó a China 1 de cada 5 kilos de carne producidos. Pero siempre que hay una de cal, hay una de arena. Ese parece ser el caso de la segunda gran crisis sanitaria que aparece en el gigante asiático, la del coronavirus que paralizó al país.
En la última semana de enero se festeja el año nuevo chino y durante esos 7 días millones de personas se trasladan a otras ciudades para visitar a familiares transportando productos alimenticios frescos, lo que complica aún más el control del virus.
Por eso su gobierno decidió declarar una cuarentena, lo que impidió que la gran mayoría regrese a sus lugares de trabajo o de residencia. Además se declaró el asueto en la administración pública y privada durante febrero.
Mientras eso sucedía en China, había decenas de barcos intentando llegar a destino con carne argentina, que ahora busca ser descargada en puertos alternativos.
En diálogo con Bichos de Campo, el titular del Consorcio de frigoríficos exportadores ABC, Mario Ravettino, graficó la situación: “Estamos hablando de 1.200 contenedores, por 400 millones de dólares aproximadamente, que estaban yendo cuando ya se renegociaban los valores” y ahora no se pueden descargar.
Hace unos tres meses se dio en China un pico de precios que llevó a que su gobierno tomara medidas para frenar la inflación en esos rubros sensibles. Eso se tradujo en una renegociación de los valores de negocios, incluso los ya pactados.
La caída fue de “30% por debajo del valor inicial de 6.000/6.500 dólares a 4.000/4500 dólares”, explicó Ravettino. Esa baja, de todos modos, volvió a colocar las cosas en los valores que se cobraban anteriormente, eliminando los picos de precio.
Pero ahora, según agregó el histórico dirigente de los exportadores, “tenemos paralizados la mayor parte de los puertos de China, el gobierno ordenó la cuarentena y las compañeras navieras descargan en puertos alternativos. Los contenedores no llegan a destino y no sabemos qué va a ocurrir en el futuro. Estamos en renegociación con clientes y navieras porque el acuerdo del flete”.
Sucede que el problema logístico implica un sobre costo por el mayor tiempo que debe permanecer la carne en el contenedor congelado o en el puerto alternativo, y eso es también motivo de negociación con los importadores.
Todos esos mayores costos tienen su correlato en el precio de la hacienda. Durante años los ganaderos se quejaron de que los frigoríficos exportadores no trasladaban el resultados de sus buenos negocios en China a los precios de la hacienda. Pero ahora que bajan la historia parece ser distinta. “Indudablemente, hoy la vaca buena tiene un valor y a partir de ahí se abrió una brecha importante con la escala de categorías de vacas, lo que es resultado de lo que ocurre con China. La baja es del 30%”, dijo Ravettino.
FUENTE: Bichos de Campo