Cómo cierra este año la ganadería y qué se puede esperar del que viene
Este fin de año, se presenta mejor que el año pasado, pero nada para festejar. ¿Cómo evolucionará el stock y la faena el año próximo?
La oferta sigue muy alta: con 1,12 millones de cabezas faenadas en noviembre, se ubica un 9,6 por ciento por encima del año anterior. La participación de las hembras en la faena, 44,9 por ciento, es la más alta de los últimos tres años.
La demanda sigue firme, pero esta alcanza para absorber los importantes volúmenes de hacienda y de carne que ofrecen los productores, pero no para mejorar los precios del ganado.
Esta mejora en los valores se espera recién para fines de enero o febrero, cuando estacionalmente se reduzca la faena. La estrella es la vaca, tanto la gorda como la manufactura o conserva, como reflejo de la súper demanda china, que ya representa el 5-6 por ciento de la demanda total de carne vacuna en el país.
Sufre más la hacienda liviana de feedlot, tanto el ternero como el novillito o vaquillona, cuya sobreoferta estacional presiona los precios a la baja.
Mucho pollo (44-45 kilos equivalente anual) y mucho cerdo (15-16 kilos), lo que agregado a unos 60-61 kilos de vacuno, totaliza una ingesta récord a nivel mundial, unos 121 kilos, para superar inclusive a los Estados Unidos.
A toda la cadena de la carne –frigoríficos de consumo o de exportación, matarifes, elaboradores, ciclos 2– le viene bien este aumento del volumen trabajado, que diluye el peso de los costos fijos.
Este fin de año se presenta mejor que el año pasado, pero nada para festejar.
Perspectiva 2018
¿Cómo evolucionará el stock y la faena el año próximo? Hace sólo unas semanas el Usda pronosticó para el 2018 un aumento en la producción argentina de carne vacuna del orden de las 140 mil toneladas, equivalente a un incremento en la faena de 620 mil cabezas.
El aumento en la faena y en la producción del año que está terminando debe atribuirse a una ralentización de la fase de retención iniciada en 2015, al punto que hoy estaríamos tendiendo a un crecimiento muy pequeño o nulo del stock, por lo que un aumento de la faena y de la producción previsto por el Usda para el año que viene, podría darse, pero a expensas de las existencias.
Los más optimistas sostienen que si el año próximo el clima no es tan adverso como en 2016 y 2017 (secas, inundaciones), la mortandad bajará a los niveles habituales, el procreo también mejorará, y esto permitiría faenas más altas, sin afectar el stock.
Los precios actuales del gordo y de la invernada están por debajo del promedio histórico y no son propios de un proceso neto de retención, pero como las expectativas de los ganaderos siguen siendo optimistas, esto puede combinarse con un clima favorable para permitir un proceso de retención más acentuado que el actual.
Novillos
La reciente publicación por parte del Senasa de los datos de la primera campaña de vacunación contra la aftosa 2017, permite observar con perspectiva –se dispone de este registro desde 2003– la evolución de las existencias de novillos.
En el año 2005 se llegaron a vacunar 6,7 millones de cabezas, pero en 2017, después de caer 12 años consecutivos, el stock de esta categoría se ubica en sólo 3,12 millones, un 54 por ciento por debajo de 2005.
Desde el punto de vista de la oferta, debe destacarse que el año cerraría con un aumento en la faena de novillos del orden del 6,5 por ciento con respecto al año anterior, con un aumento en la faena de novillitos del 10,9 por ciento y una baja en la de terneros del seis por ciento.
El aumento en la faena de novillos marcaría el cuarto año consecutivo de recuperación, pero el registro de 2017 se ubicaría todavía un 43 por ciento por debajo de 2005.
FUENTE: Agrovoz