Martes, 30 Octubre 2018

Cuota 481: la UE negociará con Estados Unidos la importación de carne sin hormonas

Cuota 481: la UE negociará con Estados Unidos la importación de carne sin hormonas

El Consejo de la Unión Europea ha autorizado debatir sobre la importación de carne de vacuno de alta calidad procedente de animales no tratados con hormonas del crecimiento. Se revisará el funcionamiento de la cuota 481.

 

El pasado 19 de octubre, el Consejo autorizó a la Comisión Europea a iniciar las negociaciones necesarias con Estados Unidos para importar carne de vacuno sin hormonas.

Aunque este no es uno de los principales temas de debate para mejorar las relaciones comerciales entre la UE y el país norteamericano, iniciados tras la reunión de Jean Claude Juncker y Donald Trump el pasado 25 de julio, ambas partes esperan encontrar una solución beneficiosa que permita dar un paso adelante en aras de la cooperación comercial.

Por ello, el Consejo también ha adoptado un mandato para las negociaciones, que revisará el funcionamiento de la cuota existente para las importaciones de carne sin hormonas en la UE (Cuota 481).

La carne con hormonas sigue prohibida

El objetivo de las negociaciones será resolver una vieja controversia producida dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La Unión Europea mantendrá el veto a la entrada de carne de vacuno tratada con hormonas, lo que dio lugar en 2009 a la creación de un contingente arancelario para la importación de 45.000 toneladas de carne de vacuno sin hormonas. O, lo que es lo mismo, un trato arancelario favorable para el exportador, Estados Unidos en este caso.

De acuerdo con las normas de la OMC, este contingente arancelario también beneficia a los exportadores de otros países miembros de la Organización. Estados Unidos solicitó en 2016 una revisión de los acuerdos existentes y desde entonces se están contemplando posibles soluciones.

La Comisión Europea no está autorizada a negociar un aumento del contingente arancelario existente, pero puede discutir una asignación específica por país de la cuota general. También pueden ser necesarias negociaciones con otros países proveedores para garantizar que las asignaciones acordadas a cada país con EE.UU. respeta los derechos existentes.

Satisfacción en las esferas políticas

Según Margarete Schrambök, ministra federal de Asuntos Digitales y Económicos de Austria y presidenta del Consejo, “está claro que cualquier solución debe respetar los altos estándares de calidad e inocuidad de los alimentos de la UE. Como otros estados miembros, estamos orgullosos de la alta calidad de nuestros productos y del trabajo del sector agrícola”.

El comisario de Agricultura, Phil Hogan, también se mostró satisfecho por el respaldo de los Estados de la UE, y precisó que la UE puede “comenzar a negociar con Estados Unidos para abordar algunas preocupaciones que se plantearon sobre el funcionamiento de la cuota de importación y contribuir a un resultado mutuamente satisfactorio para ambas partes”.

Hogan añadió también que “esta negociación no implicará ningún cambio en el nivel de la cuota existente o en la calidad de la carne importada por la UE con origen de Estados Unidos”. Además, la Comisión Europea mantendrá informados a los Estados miembros durante el proceso de negociación.

Esta negociación nace de un mandato de los Estados miembros de la UE a la Comisión Europea, y pretende abordar estas preocupaciones y encontrar una solución satisfactoria para todas las partes.

Tras la solicitud de la Comisión al Consejo del mandato de negociación el pasado 3 de septiembre, se han celebrado consultas con los Estados miembros en el Comité de Política Comercial del Consejo los días 14 y 28 del mes pasado. Finalmente, el Consejo adoptó el mandato el viernes 19 de octubre.

A partir de ahora, la Comisión, en nombre de la Unión Europea, deberá entablar negociaciones con Estados Unidos. Asimismo, la Comisión también se pondrá en contacto con otros países suministradores dentro del cupo de importación de carne de vacuno, respetando siempre las normas de la OMC.

FUENTE: Revista Alimentaria

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