Sábado, 22 Mayo 2021

Cepo a la carne: una medida precaria y que demuestra ineptitud

Cepo a la carne: una medida precaria y que demuestra ineptitud

El anterior cierre de mercados provocó una fuerte caída en la posición de la Argentina como exportador

 

A esta altura de los acontecimientos y luego de negociar con la industria exportadora casi un mes para acordar un programa ambicioso de oferta de nueve cortes de carnes a precios por debajo del costo, el presidente Alberto Fernández citó a una reunión con la principal entidad que reúne a los frigoríficos exportadores para anunciarles que cerraría las exportaciones de carne por un mes o lo que fuese necesario.

Las razones esgrimidas fueron tan poco convincentes que los asistentes no entendían si se trataba de algo serio o que era solo un mensaje. Se fueron de la reunión totalmente impactados porque no sospecharon que los habían citado para ese anuncio y menos en boca del propio presidente Fernández, con la ausencia muy notoria del ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Luis Basterra, que atiende específicamente en estos temas.

La precariedad de la noticia fue tal que ni siquiera pudieron responder a preguntas mínimas que requería la industria tales como qué hago con la mercadería vendida y terminada pronta a cargar, qué hago con los contingentes de rabinos que llegaron de Israel que tanto costo traer para hacer la faena kosher en pleno programa de trabajo (se recuerda que Israel el 3ª destino más importante para nuestras carnes), qué programa de producción implemento mañana, qué hago con el personal, etc.

La noticia realizada solo a las empresas exportadores resaltó la falta de conocimiento sobre el impacto que tendrá en toda la cadena de ganados y carnes que incluye a los proveedores de insumos y servicios y, prioritariamente a los trabajadores cuyas fuentes de trabajo sufrirán un impacto absolutamente desproporcionado, en momentos en que el principal objetivo del Gobierno es sostener y de ser posible crecer en la oferta de trabajo.

Las reacciones de los actores directos y particularmente del sector de la producción ha sido inmediata y en el momento de escribir estas líneas la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias ha resuelto, en primera instancia un cese de comercialización para todas las categorías animales por una semana pero que seguramente se mantendrá en tanto el Gobierno no revea la medida.

Para aquellos jóvenes que no lo vivieron y para los que son ajenas a la actividad de ganados y carnes vale recordar que estas mismas medidas ocurrieron en el gobierno anterior de Cristina Kirchner que llevó a la pérdida de mercados en la que pasamos de ser el tercer exportador a nivel global a ocupar el puesto 13 desde el 2010 al 2015, favoreciendo a nuestros competidores que tomaron los mercados desatendidos por nuestras carnes; de ser el 10% de la oferta mundial de carnes a menos del 2%; de generar un desestímulo de tal magnitud que se perdieron mas de 10 millones de cabezas en apenas cuatro años de las que hoy apenas se recuperaron algo mas de la mitad y, lo peor fue que, como consecuencia los precios del ganado (y de la carne) subieron más de tres veces finalmente afectando a los consumidores a los que presuntamente pretendían favorecer.

Tropezar con la misma piedra y el mismo Gobierno muestra la ineptitud de funcionarios que jamás han ejercido la actividad privada, que desconocen el esfuerzo de todos los actores de la economía real para quienes no hay horas ni días laborables para llevar adelante la actividad aun en las peores condiciones.

Destaco el último punto porque en plena pandemia, con todas las restricciones y extra costos que eso conlleva, mostró la fortaleza para generar la mayor producción de carne de los últimos 12 años y la mayor exportación de la historia argentina, con el aporte de trabajo y de divisas, posiblemente los dos temas de mayor trascendencia para la vapuleada economía argentina.

Pido a Dios que ilumine a nuestros gobernantes, que reflexionen acerca del enorme daño que están causando y que, finalmente, reconsideren con seriedad el rol que tiene el sector y que, lejos de seguir denostándolo frente a una parte de la sociedad en la búsqueda de votos salgan a estimularlo para que siga poniendo el hombro para sacar el país adelante.

FUENTE: Víctor Tonelli - La Nación

 

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