Viernes, 01 Marzo 2019

Carnes: una suba que debería estabilizarse

Carnes: una suba que debería estabilizarse

Los precios internacionales están deprimidos, y por relación de tipo de cambio los exportadores no competirían con la oferta para el mercado doméstico.

 

El aumento de la carne que nos sorprendió a fines de enero, y que se vio en su plenitud durante febrero, responde tanto a la suba del valor de la hacienda en pie como a los aumento de costos industriales y comerciales que los eslabones de la cadena no pueden absorber y necesariamente tienen que trasladar al precio.

Pese al impacto de los últimos aumentos, la buena noticia sería que ya habrían encontrado un techo los precios de la hacienda en pie.

Hemos visto una pequeña baja del costo esta semana y tendería a estabilizarse en estos valores. Si estos precios se mantienen, posiblemente no haya un nuevo incremento en todo el año, a excepción de que hubiera causas económicas externas que lo promuevan.

Si además se concreta la proyección de una mayor cantidad de terneros que serían enviados a recría o engorde a corral en otoño, acompañada de una cosecha de maíz récord, esto nos permite presumir que habrá oferta de hacienda terminada en cantidad suficiente para abastecer la demanda del mercado doméstico con los actuales valores.

En cuanto a la producción y oferta de ganado para exportación, esto no afectaría o competiría con el mercado interno, ya que está compuesto por las categorías de “vaca” (el 65 por ciento de nuestras exportaciones en enero fueron en su mayoría de esta categoría y con destino a China) y “novillo”, mientras que el consumo argentino prefiere categorías livianas que representan el 60 por ciento de la faena total.

Por otra parte, los precios internacionales están deprimidos, y por relación de tipo de cambio los exportadores no competirían con la oferta para el mercado doméstico.

En definitiva, con estos índices, el pronóstico para todo el año es de precios estables, y se sostendrían los consumos actuales de carne bovina en un promedio de entre 55 y 60 kilogramos por habitante al año.

FUENTE: La Voz

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