Carnes Pampeanas quiere faenar carne “kosher”
El frigorífico santarroseño necesita ampliar su planta para poder realizar el nuevo proceso de producción, bajo los preceptos de la religión judía. Ecología convocó a la audiencia para el martes 25 a las 9 de la mañana.
La Subsecretaría de Ecología de la provincia convocó a una audiencia pública para el martes 25 de agosto a las 9 de la mañana en el salón de la Cámara de Comercio, relacionada con la ampliación de la planta del frigorífico Carnes Pampeanas. La firma tiene la intención de comenzar a producir carne “kosher”, un proceso relacionado con los preceptos de la religión judía.
El procedimiento es parte del expediente donde se evalúa el impacto ambiental del proyecto, y es obligatorio por ley aunque lo que surja de dicha audiencia no es vinculante con la continuidad del proyecto.
Según el edicto que se dió a conocer, Carnes Pampeanas tiene unas instalaciones que actualmente se componen de la planta d eproducción, oficinas, playa de estacionamiento y de limpiaza de camiones, corral y sistema de tratamiento de efluentes. La planta se encuentra actualmente en producción, con un promedio diario de faena de 400 animales bovinos y la ampliación comprende las instalaciones necesarios para la producción de carne por el proceso “kosher”.
“Los impactos ambientales negativos más relevantes producidos por el funcionamiento de la planta frigorífica se vinculan a la posible contaminación y a cambios en el volumen de las aguas subterráneas.
Las medidas de mkitigación propuestas para la protección del acuífero son el uso sustentable del recurso, la impermeabilización de las pilketas de tratamiento de los efluentes y la incorporación de un humedal artifical para tratar una fracción de los mismos, además de la gestión del monitero de las napas”, describieron en la convocatoria.
Proponen también dar tratamiento a los “residuos sólidos”, y como “impactos positivos” se señalan “el aumento en la demanda de puestos de trabajo y un impulso a la actividad económica de la región”.
¿Qué es el “kosher”?
En la religión judía, la “cashrut” designa aquello “correcto” o “apropiado” para ser consumido. Todo lo que cumple con sus preceptos, es considerado “casher” o “kosher” por su pronunciación en yídish. Se trata, básicamente, de los que los judíos practicantes pueden y no pueden ingerir, basado en preceptos bíblicos.
La Torá (el texto que constituye la base y el fundamento del judaísmo) prohíbe explícitamente el consumo de sangre, de modo que los animales y sus carnes deben ser desangrados totalmente antes de ser consumidos, salándolos. Este es el procedimiento que se lleva adelante en muchos frigoríficos, entre ellos el de Speluzzi, y que ahora pretende incluir Carnes Pampeanas. Incluso hay hasta cadenas de comidas que incluyen alimentos kosher entre sus productos: por ejemplo, la cadena de comidas rápidas McDonald’s tiene locales exclusivamente dedicados a este tipo de alimentos.
Pero además, hay otros requisitos que también deben aplicarse en este procedimiento. Para otorgar la categoría kosher a un producto o establecimiento, debe ser supervisado por un rabino que toma en cuenta el proceso utilizado.
El procedimiento
El proceso de faena es muy distinto al que se utiliza regularmente. Para el sacrificio las únicas personas aptas para dar muerte al animal son los rabinos, aunque también puede hacerlo una persona instruida y designada por las autoridades rabínicas.
El rabino debe sacrificar la res con la ayuda de un cuchillo bien afilado para disminuir su sufrimiento. Una vez degollada existen dos métodos para extraer la sangre de la carne y convertirla en carne kosher o “pura”: una es a través del salado y otra mediante el hervido. Esta última es utilizada para eliminar la sangre alojada en el hígado, y para hacerla kosher debe hervirse.
El primer paso del salado es lavar la superficie para remover el exceso de sangre, luego se sala y se asa en una parrilla con el propósito de remover la sangre interna. Después de esto se enjuaga y hasta entonces está limpia.
Posteriormente se deja reposar durante una hora en una superficie inclinada o perforada con el fin de que la sangre fluya libremente. Después del salado, la carne debe ser remojada y lavada para remover toda la sal.
FUENTE: El Diario de La Pampa