Lunes, 02 Diciembre 2019

Carne argentina: un buen momento para redoblar la apuesta

Carne argentina: un buen momento para redoblar la apuesta

Según Ulises Forte, Presidente del IPCVA, este escenario es ideal para que el crecimiento de las exportaciones se afiancen y se consoliden.

 

En épocas de incertidumbre económica, la cadena de ganados y carnes es una de las pocas que aporta certezas.

En los últimos años se incrementaron la producción y las exportaciones, se abrieron nuevos mercados y la carne argentina volvió a un lugar de privilegio en el mundo, generando trabajo, inclusión social y divisas para el país.Newsletters Clarín Cosecha de noticias

Por eso, el escenario es propicio para que el crecimiento se afiance y consolide en los próximos años, subsanando los “cuellos de botella” que están a la vista.

El primero de ellos es recomponer la producción, generando más oferta (más stock, más kilos por animal, más kilos por hectárea, mejores índices) porque el negocio no pasa por ver dónde se colocan los productos, sino que consiste en abastecer todos los mercados, integrando la media res, obteniendo valores diferenciales por los distintos cortes y abasteciendo adecuadamente, como siempre lo hicimos, al mercado interno, el motor histórico de la cadena.

Hoy tenemos, gracias al trabajo del sector público y del privado, un gran menú de opciones para colocar nuestros productos: Unión Europea, China, Israel, Chile, Rusia, Estados Unidos y Japón para la Patagonia, entre otros.

Y vamos por más: Corea del sur, México y países del Caribe, Japón para el resto del país y otros países del sudeste asiático. Por otra parte, sabemos que el mercado interno, alicaído en los últimos tiempos, se va a recomponer cuando se recupere un poco la economía, ya que la gente bajó el consumo por “billetera flaca” pero sigue teniendo una terrible cultura carnicera, que debemos respetar e incluso fomentar.

 

Es decir, el “tablero” mundial está a nuestra disposición, por lo que –insistimos- se trata de generar más carne. Para eso, necesitamos más Estado, no uno que se desentienda de las asimetrías y deje todo librado a los mercados. Necesitamos un Estado eficiente que articule con los privados políticas activas y previsibles, con créditos acordes a la producción y con acciones segmentadas para las distintas capas de la economía agraria.

Lo propio necesita la industria, que está trabajando con la capacidad instalada a tope y requiere de crédito para mejorar sus instalaciones y potenciar la capacidad de frío y congelado.

Todo esto, sin mencionar que debemos unificar los estándares sanitarios, comenzar a trabajar hacia la distribución por cortes y elevar el peso de faena mediante incentivos.

No es nada nuevo, pero la cadena demostró que, aún sin crédito, se hizo cargo del momento histórico y dio un paso adelante, lo que deja en claro que, con buenas políticas públicas, ese crecimiento no tiene techo. Y como siempre decimos, aunque suene redundante, si crece la producción de carne, se genera empleo, se reactivan las economías de los pueblos y se genera bienestar en todos los rincones del país.

FUENTE: Clarín

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