Jueves, 24 Junio 2021

Archivo: así criticó Kulfas las restricciones a la carne del kirchnerismo

Archivo: así criticó Kulfas las restricciones a la carne del kirchnerismo

En su libro "Los tres kirchnerismos", pone el ejemplo de la carne, que generó un efecto contrario al esperado

 

Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, advirtió en 2017, en su libro "Los tres kirchnerismos: Una historia de la economía argentina, 2003-2015", los efectos contrarios a los esperados que generaron las restricciones para la carne y la pelea con el campo por la resolución 125.

"Si se fracasa en el intento, es necesario justificar y dar cuenta de las limitaciones de esas medidas", destaca en el libro el actual funcionario que tuvo a cargo el anuncio de medidas que cayeron muy mal en el campo, justamente por la mala experiencia del pasado. "Por otro, surge el cuestionamiento ya no de la implementación de una medida fallida sino de las posibilidades reales del Estado de ejecutar políticas industriales y sectoriales", remarca en el libro.

En este sentido, pone como ejemplo el caso de la carne: "Las intervenciones en la industria, cuyo objetivo era evitar la suba de precios, generaron problemas en el sector (estancamiento, cierre de frigoríficos y, peor aún, el precio de la carne siguió aumentando). Ahora bien, esto lleva a analizar los errores de diagnóstico y los problemas de dichas medidas. Pero también provoca que muchos sectores se alineen con la idea de que en realidad el Estado no debe intervenir en ningún mercado, porque las distorsiones que produce no sólo no resuelven el problema, sino que lo agravan. En otras palabras, el fracaso de una iniciativa concreta y particular muchas veces lleva a impugnar, de una manera general, ciertas políticas públicas de intervención".

"Es posible concluir que, durante los períodos de gobiernos kirchneristas, el Estado recuperó un papel relevante en la definición del rumbo económico y su vocación industrializadora, hecho fundamental a la hora de pensar estrategias de desarrollo. No obstante, las iniciativas, las medidas y los formatos institucionales no tuvieron la efectividad necesaria, por lo que se vuelve necesario en el futuro poner el foco en estos aspectos", destacaba por entonces.

 

Sobre el conflicto de la 125, Kulfas considera en "Los Tres kirchnerismos" que "el Gobierno tenía sobradas razones para cobrar retenciones y disponía un mecanismo de mayor previsibilidad. Pero lo hizo en un momento poco oportuno desde el punto de vista del ciclo productivo y sin propiciar el diálogo con el sector". Justamente, la Mesa de Enlace ahora reclama que las medidas se tomaron sin dialogar con el sector primario de la producción.

"Cabe preguntarse entonces si otra modalidad de implementación de la medida hubiese concitado una menor resistencia", plantea Kulfas, aunque cita "alto grado de belicosidad del sector (agropecuario)". "Los cortes de ruta, desabastecimiento y hechos de violencia" que "tomaron por sorpresa al Gobierno, que reaccionó redoblando la apuesta".

También destaca que "el crecimiento (del agro) fue innegable, pero quedó excesivamente volcado hacia el cultivo de la soja y sus subproductos, a lo que se sumó cierto estancamiento en la producción de carne vacuna y en la industria lechera; la producción avícola fue la excepción pues tuvo un salto importante".

 En otro tramo, Kulfas señala que "los gobiernos kirchneristas fueron ampliando poco a poco los márgenes de intervención, pero la búsqueda del mix entre la intervención estatal y el accionar del mercado quedó siempre sujeta a parámetros rígidos que dificultaron una adecuada calibración":

El primer kirchnerismo, una vez superado lo peor de la crisis, necesitaba una mayor orientación de política industrial y productiva, pero se contentó con los buenos resultados de la recuperación macroeconómica y el renovado impulso de la demanda interna, protegida por un tipo de cambio real alto.

El segundo kirchnerismo pareció tomar nota de este déficit, pero sus herramientas no movieron el amperímetro y además se vieron limitadas por la conflictividad iniciada con el sector agrario y la emergencia de la crisis internacional.

Por último, el tercer kirchnerismo chocó contra estas restricciones y se ocupó de gestionar la escasez conservando numerosos logros de los períodos anteriores, y, si bien pudo evitar los daños de las cíclicas y tradicionales crisis que afectaron históricamente a la Argentina, lo hizo a costa del estancamiento económico.

FUENTE: Agrofy News

 

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