Saturday, 14 February 2015

Carne: por ahora, Rusia, China y los EE.UU. están lejos del radar

Carne: por ahora, Rusia, China y los EE.UU. están lejos del radar

Las exportaciones a esos destinos, por ahora, están enfriadas o pendientes de recuperación

 

El año pasado, según Ciccra, se mataron 12,2 millones de cabezas (casi medio millón menos que en 2013) y se produjeron casi 2,7 millones de toneladas de carne equivalentes a la res con hueso (4,6% menos que en 2013), tanto porque se faenó menos como porque fueron animales más pequeños.

El mercado interno siguió acaparando casi el 93% del total, un nivel cercano al de 2001, cuando los mercados externos cerraron masivamente sus puertas a la Argentina por la reaparición de la aftosa. Así, la exportación tiene una incidencia pequeña, aunque no lo es tanto si se considera su papel en el estímulo para producir novillos pesados (más carne por animal), hoy muy exiguos; en la tonificación de la competencia; en la generación de divisas y en el empleo local.

Si bien los precios de la Hilton no son bajos históricamente, vienen de atravesar un abrupto declive. En mayo pasado cotizaban unos US$ 19.300. Hoy están US$ 6000 dólares menos, es decir, valen dos tercios de lo que valían.

Por otro lado, Rusia, un destino importantísimo en volumen para la Argentina, tuvo una demanda violenta seguida de un parate abrupto el año pasado con la devaluación de su moneda, y todavía no se ha recuperado.

Según Germán Manzano, de la consultora Cofrigo, a diferencia de este año, para 2016 sería razonable suponer un mayor volumen para exportar y un peso de faena mayor, e hizo hincapié en que cada 100.000 cabezas más en la faena se generan unas 14.000 toneladas de carne para exportar, "y daría lugar a la reincorporación de unos 200 trabajadores de despostada y otro tanto para faena".

En cuanto a los nuevos destinos que tenían ilusionados a los exportadores, parece que todavía habrá que esperar. Respecto de China, adonde la Argentina envía carne congelada, hubo reuniones del sector en el marco de la reciente visita oficial al país, tan comentada por los tweets de la Presidenta. Si bien el Ipcva se mostró optimista con las reuniones, algunos empresarios creen que la ampliación del protocolo sanitario todavía está lejos. Dada la distancia entre ambos países, que implica 45 días de barco, las expectativas están menos puestas en la carne refrigerada (que requeriría despachar en avión) que en introducir cortes congelados con hueso.

En relación con Estados Unidos, sobre el fin de 2014 el Departamento de Agricultura (USDA, en sus siglas en inglés) le propuso a su Ejecutivo que admita carne enfriada o congelada de rumiantes argentinos, luego de que su servicio sanitario (Aphis) determinó que la Argentina tiene capacidad de detectar y erradicar la fiebre aftosa. Ahora, sin excusas sanitarias, la decisión de reabrir se evidencia más como puramente política. Pero el lobby ganadero estadounidense es muy fuerte y está aliado con otros grupos, de modo que algunas empresas aquí descartan que la reapertura vaya a producirse este año.

"La apertura de Estados Unidos y simultáneamente Canadá permitirá mejorar los precios de los cuartos delanteros un 25% dentro de la cuota y un 5/10% fuera de ella, lo que se haría extensivo a la vaca de descarte, aunque difícilmente logremos reingresar con cortes finos", opinó Manzano. Para Jorge Torelli, también será importante para generar otros nichos de mercado, ya que esa decisión conllevaría la apertura de otros países, como Jamaica, que paga 20% más por el rabo con hueso.

En cuanto a la UE, en marzo deberían empezar a salir los primeros animales para la Cuota 481 de carne de feedlot, que no paga siquiera el 20% de aranceles que pesa sobre la Hilton. Pero los ánimos parecen pinchados y todavía no ha habido mucho movimiento.

FUENTE: La Nación

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