Terminar con la evasión, el desafío del Gobierno en la cadena de carnes
Transparentar la comercialización es clave y desde el Ministerio de Agroindustria aseguran que Macri lo puso como tema número uno en la agenda. EL DIARIO entrevistó al subsecretario Rodrigo Troncoso.
La ganadería es una de las actividades agropecuarias más favorecidas por el cambio de reglas de juego que llevó adelante el presidente Mauricio Macri ni bien asumió, en diciembre de 2015.
Quita de retenciones, fin de las trabas a las exportaciones y unificación del tipo de cambio modificaron drásticamente la ecuación de los productores y, desde aquel momento, el optimismo volvió a reinar en la actividad pecuaria, aun sabiendo que los tiempos ganaderos son lentos y que para ganar plata con el negocio hay que esperar entre tres y cuatro años desde el momento de la inversión.
Para el subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, la Argentina es un país que tiene “un gran potencial” dado que es señalado en el mundo entero como “uno de los principales jugadores en el tema carnes” por lo que el futuro para la actividad “es muy bueno”.
“Nosotros miramos para adelante. El Gobierno nacional, ni bien asumió, tomó las tres medidas que el sector necesitaba: sacar las retenciones, eliminar todas las restricciones a la exportación y unificar el tipo de cambio. Se trabajó mucho en ese sentido y hoy sabemos que el productor ganadero está invirtiendo”, le dijo Troncoso a EL DIARIO.
Este mes, anticipó, el Gobierno publicará los nuevos datos sobre stock bovino, pero “ya sabemos que la tendencia marca una consolidación de los rodeos. También estamos trabajando con las provincias no sólo para incrementar el stock sino para mejorar la eficiencia porque nos interesa también la calidad. La marca Argentina, en carnes, está instalada en el mundo, ahora nos importa ser los más eficientes del mundo”.
Mercados
– ¿Cómo se hace para recuperar los mercados perdidos?
– Se está trabajando en esa línea todos los días. El mundo ya sabe que nuestro Gobierno es distinto. El Ministerio de Agroindustria tiene en su estructura una Secretaría de Mercados cuyo objetivo es posicionar al país como el supermercado del mundo y, en nuestro caso, como el supermercado de las carnes.
Tenemos que vender carne en todos lados, y si el consumidor del mundo quiere cualquier tipo de carne, nosotros debemos producírsela.
Evasión
– ¿Cuándo se va a terminar el comercio en negro en las cadenas agroalimentarias, especialmente en el sector ganadero?
– Es un tema prioritario para este Gobierno y el Presidente (Mauricio Macri) nos los puso en la agenda como número uno. Estamos trabajando en forma inédita, desde el año pasado cuando se dieron los primeros pasos, con la AFIP, el Ministerio de Trabajo, el Ministerio Desarrollo Social –por las cooperativas–, y las provincias.
Durante todo 2016 se trabajó muy fuerte y logramos unificar Ingresos Brutos para bovinos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba para que no haya competencia distinta entre las provincias, que incentivaban las operaciones raras, en negro.
La AFIP, además, empezó a coordinar acciones con el Ministerio de Agroindustria y en la provincia de Buenos Aires ya no se puede faenar si no se paga un anticipo de IVA y de Ingreso Brutos, con lo cual acortamos la posibilidad de evadir. Salimos también a blanquear a todos los operadores.
Obviamente que no es un trabajo que se hace de un día para otro, pero hemos dado pasos enormes, inéditos.
El siguiente paso de Agroindustria, seguramente para junio o julio, será la instalación de cámaras de seguridad en todos los palcos de tipificación y balanzas fiscales en todos los frigoríficos, con lo cual vamos a poder ver en tiempo real qué se está faenando, qué calidad, y qué peso tiene lo que se faena.
Nunca se había hecho nada, nosotros empezamos a trabajar para combatir la evasión y no habrá marcha atrás. En los próximos años el negocio en la cadena de ganados y carnes va a ser otro, totalmente transparente.
– Los frigoríficos, sobre todo los consumeros, ¿respaldan esta política oficial para combatir la evasión?
– Totalmente. Porque llega un punto en que evasión más evasión hace que los argentinos nos paupericemos cada vez más.
No es que a los frigoríficos les guste, sino que se ha llegado a un punto en donde se dan cuenta de que el sector y el país no pueden crecer si la evasión continúa.
La industria está alineada con esta política y por eso digo que estamos viviendo momentos históricos.
Sanidad
– ¿Cuál es la postura del Gobierno en el tema garrapata?
– Trabajar con el sector. Conocemos las discusiones técnicas que existen y ese debate se desarrolla en el ámbito del Senasa.
Nosotros tenemos en la agenda ganadera la cuestión sanitaria para tener programas que satisfagan la demanda en el sentido de que podamos solucionar los problemas de fondo, que son muy complejos, y la garrapata es uno de ellos.
Queremos sentar a una mesa a todas las partes para lograr un consenso y, alcanzado ese consenso, trabajar juntos y meterle para adelante.
El éxito más importante en materia de sanidad animal en la Argentina es la lucha contra la aftosa. Y ese éxito se alcanzó cuando se puso a todos los actores responsables a trabajar y tirar para el mismo lado.
– A propósito de la aftosa, ¿piensa el Gobierno dejar de vacunar?
– No, no está en la agenda hoy. No pensamos en vacunar o dejar de vacunar sino que pensamos que la vacunación no es un impedimento de mercado para la Argentina.
La discusión por la bondiola
La institucionalidad de la cadena porcina es, a juicio del subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, el presupuesto básico para debatir la situación de un sector que enfrenta numerosos problemas pero, a su vez, tiene un extraordinario potencial de crecimiento, de manera especial en Entre Ríos.
“Trabajamos el año pasado para mejorar la institucionalidad del sector porque, si bien siempre hubo voces representativas, legítimas, que pusieron en la agenda los problemas de la cadena, fueron voces aisladas. Nuestro foco estuvo puesto en mejorar la institucionalidad”, le dijo Troncoso a EL DIARIO.
El funcionario, una y otra vez, hace hincapié en este tema porque se trata de un punto clave para hablar de políticas para el sector. “Sin institucionalidad no tenemos con quién discutir, encontramos sólo voces aisladas, y nosotros necesitamos organización e institucionalización para discutir los problemas de fondo”, remarca.
Lograda la institucionalidad, sigue Troncoso, el objetivo es trabajar sobre las preocupaciones de los productores porcinos, que él llama miedos. La comercialización y la sanidad, por ejemplo, ante la apertura de las exportaciones.
La bondiola
“La bondiola es la gran discusión y la pregunta es cómo puede ser que un solo corte impacte tanto”, señala Troncoso, y llega a la conclusión de que el fortísimo impacto del ingreso de cortes frescos desde el exterior obedece a que en nuestro país “la media red del capón se vende pocos cortes a buen precio” mientras el resto “no tiene buenos valores” en el mercado interno.
El sector, en consecuencia, se vuelve “muy dependiente de un solo corte por lo que si ingresa ese corte desde el exterior incide mucho en el precio del capón”.
Troncoso, en este sentido, cree que hay que trabajar para saber por qué pasa esto dado que trabar el ingreso de esos cortes al país “no sirve”, al tiempo que reivindica como alternativa la decisión de la cadena de reflotar la campaña para promover el consumo de carne de cerdo sobre la base de dos ejes: divulgar las bondades de la misma y dar a conocer la diversidad de cortes porcinos.
Se trata de una campaña que será financiada con un aporte voluntario de los productores por cada capón faenado y una contribución del Estado. El objetivo final es consolidar a la cadena porcina como un negocio sustentable, más allá de los avatares de la economía.
FUENTE: El Diario (Entre Ríos)