Defender la ganadería en un año electoral
“Para tener argumentos frente a los políticos, los productores debemos empezar por reconocer la importancia del complejo bovino poniéndolo en valor en el contexto del país”, dijo Dardo Chiesa del IPCVA.
“En este año electoral, nos van a visitar muchos candidatos y nos preguntarán qué necesita la ganadería. Si queremos defender nuestro negocio, precisamos tener información que no siempre manejamos en el campo”, dijo el Ing. Agr. Dardo Chiesa, Consejero del IPCVA, en el seminario regional realizado recientemente en Mendoza.
Para Chiesa, muchos políticos piensan que “el pasto crece solo, las vacas están ahí y las carnes tienen que ser baratas, para todos. Además, no conocen tanto del tema y meten todo el agro en la misma bolsa”. Sin embargo, “mirando la facturación de los diferentes complejos productivos del país vemos que el del bovino, que incluye la carne y la leche, está en tercer lugar, después del automotriz; y el oleaginoso, recién en el sexto lugar”, señaló. Así las cosas, argumentó que si bien “se dice que la soja es la madre de la economía argentina esto se debe a que se exporta en un 95%. En cambio, la ganadería vende muy poco al exterior y, en divisas, vemos solo la puntita del iceberg”.
En línea con este análisis, Chiesa sostuvo que otra variable de interés es la generación de empleo. “Si observamos la cantidad de puestos de trabajo, nos vamos a sorprender: el complejo bovino es el segundo en importancia y está por arriba del automotriz”, planteó.También, hay que seguir los números de la balanza comercial: “el sector bovino no necesita importar casi nada, no usa divisas, mientras que para producir autos se precisan 8.000 millones de dólares por año”.
En perspectiva
Una tendencia importante que influye en la economía argentina es que frente a la baja generalizada de los commodities en los últimos tiempos, la carne vacuna tuvo un comportamiento diferente. “También se vio afectada, pero sólo se desaceleró la suba. En 2014, los precios internacionales de los granos bajaron el 12,5% y la carne subió el 8%”, planteó.
Refiriéndose a las causas que trazaron este escenario, Chiesa explicó, que “antes los granos estaban muy arriba, la mitad de la producción del cinturón maicero americano se destinaba a etanol y biodiesel, retirándola de la oferta para alimentación del ganado. Pero con la caída del precio del petróleo, que pasó de U$S 100 a U$S 45 el barril, disminuyó la presión por la demanda para biocombustibles. Hoy en día, con los granos más baratos, la producción de carne tiene una ventaja competitiva”.
Además, se revalorizó el dólar estadounidense frente a otras monedas. “EE.UU. venía de una gran crisis. Al recuperarse, el dólar subió y cuando ello ocurre, históricamente, los precios de los commodities bajan”, afirmó, acompañando su postura por una serie de gráficos. Y subrayó que “las perspectivas para los próximos cinco años indican que habrá un dólar fuerte por lo que los commodities estarán débiles”
En este contexto, “el mercado de la carne vacuna se vio menos impactado porque el consumo empezó a ser traccionado por los países asiáticos que están mejorando su nivel de vida. Ellos pueden producir pollos y cerdos pero la carne vacuna siempre tendrán que importarla. La creciente demanda china puede afirmar los precios a nivel mundial”, aseguró.
Chiesa piensa que manejar información macroeconómica en año electoral es fundamental. “Nadie defiende lo que no conoce. Los productores estamos en el campo y nos preocupa si llovió, si el novillo engordó, estamos alejados de esos datos. Pero frente a alguien que no sabe tanto del negocio y sí de números, no podremos defender el negocio. Me parece que, como ganaderos, tenemos que estar parados adelante del tema”, finalizó.
FUENTE: Valor Carne